Familiares y ex presos políticos de Villa Grimaldi elogiaron la sentencia contra la cúpula de la DINA por el crimen del académico de la Universidad Católica Ignacio Ossa Galdames.

Este militante del MIR, de 32 años de edad, murió el 24 de octubre de 1975 de un paro cardiorrespiratorio tras ser sometido a intensas sesiones de torturas en el campo de detención clandestino.

En la época, la DINA intentó ocultar este crimen, informando a los familiares de la víctima que su muerte se había tratado de un accidente de tránsito.

El ministro en visita Leopoldo Llanos dictó condenas de cárcel para seis ex agentes de la disuelta DINA en calidad de autores de homicidio calificado.

El director del Servicio Médico Legal, el doctor Patricio Bustos, recordó que él alertó a los militares cuando su compañero de celda estaba agónico.

Otro de los ex detenidos de Villa Grimaldi, el historiador Gabriel Salazar, si bien destacó las condenas, criticó lo lento del proceso judicial.

Entre los condenados aparecen Manuel Contreras Sepúlveda, que debe cumplir cuatro penas de 10 años de cárcel, y Miguel Krassnoff Martchenko, castigado con 30 años de encierro.