La Seremi de Salud de Magallanes inició una investigación para establecer las responsabilidades dentro del hospital Clínico de Magallanes y la Clínica Magallanes por la suministración a lactantes de vacunas vencidas contra la tuberculosis.

La anomalía se detectó mediante el programa de fiscalización y revisión de vacunas que lleva la cartera de Salud. En dicha instancia quedó al descubierto que se suministraron vacunas que habían expirado hace unos meses.

Según indicaron, éstas debieron suministrarse a los pacientes hasta el 30 de abril de 2013, sin embargo el proceso continuó hasta mayo, por lo que la Seremi instruyó disponer de las medidas correspondientes a los establecimientos involucrados.

Conforme indicó la seremi, María Isabel Iduya, los fabricantes de las vacunas aseguraron que su suministro bajo estas condiciones no produce problemas ni efectos adversos de los lactantes y además aseguran que eran efectivas hasta el 10 de agosto, por lo que no es necesaria la revacunación de niños.