No cabe duda que las redes sociales se están entrelazando cada vez más en las vidas de las personas, provocando a veces consecuencias insospechadas. Precisamente sobre este tema, el portal tecnológico FayerWayer recoge la insólita historia de cómo un chiste machista cuchicheado durante una conferencia de programación acabó en despidos, amenazas e incluso ataques informáticos.

La historia comienza en la última conferencia PyCon, sobre el lenguaje de programación Python, realizada a mediados de marzo en Estados Unidos. Fue durante una de las charlas que un desarrollador de la empresa Playhaven, apodado “Mr-Hank”, hizo a otro empleado un chiste sobre tener un gran dongle y sus intenciones de hacer un fork al proyecto de alguien.

Cabe consignar que un dongle es un aparato para asegurar o romper la seguridad de otro dispositivo, pero en inglés también se lo usa para referirse al pene. En tanto, un fork es llevar un proyecto de software por un camino distinto al previsto originalmente, lo que de igual forma puede interpretarse en términos sexuales.

Para mala suerte del bromista, justo delante de él estaba sentada Adria Richards, una conocida desarrolladora de la empresa SendGrid, a quien no le hizo gracia el chiste. La mujer se volteó, tomó una foto de “Mr-Hank” y la publicó en su cuenta de Twitter, denunciando la discriminación que suelen sufrir las mujeres en las conferencias técnicas.

@adriarichards

@adriarichards

Teniendo Richards una audiencia de más de 13.000 seguidores, las consecuencias se hicieron sentir de inmediato: el personal de seguridad de PyCon expulsó de la sala al bromista y a su interlocutor. Pero era sólo el comienzo, ya que al poco tiempo, la empresa Playhaven anunció el despido del desarrollador.

“Como compañía dedicada a la igualdad de género y que valora el comportamiento honorable, hemos hecho una investigación profunda. El resultado de esta investigación llevó a desafortunado resultado de dejar ir a este desarrollador”, recoge FayerWayer del comunicado del CEO de Playhaven, Andy Yang.

Posteriormente, “Mr-Hank” apareció en un foro del sitio Hacker News, donde pidió disculpas a Richards y contó su versión de los hechos.

“Primero que nada, me gustaría decir que lo siento. Realmente no esperaba ofender a nadie y lamento el comentario y cómo hizo sentir a Adria. Ella tenía todo el derecho de acusarme con los organizadores y entiendo su posición. Sin embargo, hay otro lado en esta historia: Si bien hice un chiste sobre un dongle grande sobre un pedazo de hardware ficticio que puede ser identificado como masculino, no hubo chistes sexuales sobre forking. Mis amigos y yo decidimos que hacer un fork del repositorio de alguien es una nueva forma de halago (siendo la más alta la implementación) y estábamos entusiasmados con uno de los proyectos de los presentadores. Un amigo dijo ‘yo haría un fork del repositorio de ese sujeto’. El contexto sexual fue aplicado por Adria, no por nosotros”, aseveró.

Más aún, el programador lamentó que la mujer no le hubiera expresado directamente su molestia.

“No me dio una advertencia. Ella sonrió mientras tomaba la fotografía y sellaba mi destino. Que esto sirva como un mensaje para todos, nuestras acciones y palabras, grandes o pequeñas, pueden tener un impacto serio”.

Del sartén al fuego

A partir de entonces, las cosas se salieron aún más de control. Aunque Adria Richards aseguró en el mismo sitio web que nunca fue su intención que despidieran a “Mr-Hank”, esto no impidió que decenas de usuarios la criticaran e insultaran usando las redes sociales.

La situación se puso tensa a tal nivel, que el grupo Anonymous amenazó con realizar un ataque contra los servicios web de la empresa SendGrid si no despedían a Richards. “Su carrera profesional debería ser destruida tal como la de su víctima para que se haga justicia y se devuelva el equilibrio al universo”, aseveraron.

Y en efecto así ocurrió. SendGrid sufrió un ataque de denegación de servicio (DDoS) que le impidió atender a sus clientes durante un tiempo. Cual si fuera una rendición, poco después anunció que despedían a Adria Richards.

“Apoyamos que se denuncien conductas inapropiadas; lo que no apoyamos es la forma en que Adria las denunció [...] Un evangelista de desarrollo de SendGrid es responsable de construir y fortalecer nuestra comunidad de desarrolladores en el mundo. A la luz de los eventos en las últimas 48 horas, queda claro que sus acciones han dividido fuertemente a la misma comunidad que ella debía unir. Como resultado, no puede seguir siendo efectiva en su rol”, aseveró el CEO de la empresa, Jim Franklin.

Así, tras 2 despidos, un ataque informático y una lluvia de acusaciones que no se detienen, la pregunta subyacente es hasta qué punto pudo evitarse esta situación, la cual provoco que incluso la organización de la conferencia PyCon cambiara sus códigos para la conducta de sus asistentes.

¿Deberían en Chile estas conductas ser castigadas con tanta severidad como en Estados Unidos?