Habitantes del campamento Santa Julia de Talcahuano denunciaron abandono y la necesidad de mejorar las precarias condiciones en que viven.

Un muro de contención para otorgar seguridad al sector y un proyecto habitacional concreto, son parte de los sueños que mantienen y demandan a las autoridades.

Nelson Arroyo, presidente del campamento, asegura que son damnificados que perdieron todo post terremoto, pero no reciben las ayudas correspondientes y más aún, no son reconocidos como aldea.

Los problemas son evidentes, sin embargo, Miriam Figueroa los enumera para llamar a la conciencia de las autoridades y quienes puedan colaborar con ellos para salir de la vulnerabilidad.

El llamado directo fue hacia el delegado gubernamental de aldeas y campamentos, Felipe Kast, quien conoció el problema y se comprometió con los habitantes para en un corto plazo visitar el sector.

Se trata de 17 familias que acomodaron sus mediaguas en los faldeos de un cerro, camino a Tumbes, y que han sentido el apoyo de los parlamentarios y el municipio de Talcahuano; esfuerzos que sin duda no son suficientes.