La determinación de la empresa Colbún de suspender el ingreso del estudio de impacto ambiental sobre el tendido eléctrico para el proyecto HidroAysén, es en definitiva más política que técnica. Así lo indican los argumentos que esgrime la entidad.

Colbún aduce que no hay una política energética consensuada ni un marco regulatorio que reduzca la incertidumbre, y aventura que ésta es una tarea del Ejecutivo y Legislativo.

A partir de lo anterior, es válido concluir que la empresa no se refiere a problemas de dinero o del proyecto en sí. Es decir, nada que incumba a los inversionistas, sólo a la esfera política y particularmente al gobierno de Sebastián Piñera, que se ve interpelado.

Cabe preguntarse entonces qué quiere Colbún, ¿quiere acaso que desde la política se despeje el camino a su proyecto?

El comentario es de Nibaldo Mosciatti: