Una huelga parcial en el metro de Sao Paulo iniciada este miércoles provocaba un caos en el tráfico de la mayor ciudad brasileña y afectaba a más de 700.000 personas que protestaban por la falta del servicio, informó la compañía y medios de prensa locales.

Largas filas de pasajeros esperaban tomar autobuses o caminaban por las calles interrumpiendo el tráfico, que durante la mañana llegó a niveles récord de embotellamiento con casi 250 km de vehículos detenidos, informaban los medios locales, que consignaban también protestas de usuarios irritados por la falta del servicio enfrentándose a la policía.

“Hay unas 730.000 personas afectadas, una cifra considerable por los cuatro millones de pasajeros que se transportan diariamente”, declaró a la AFP un responsable de prensa de la Compañía del Metro, explicando que tres de las cuatro líneas que opera esta entidad funcionaban sólo parcialmente.

De las líneas afectadas la más activa es la Roja, que transporta diariamente a 1,5 millones de personas. El metro tiene cinco líneas, una de las cuales es operada por una empresa privada y funcionaba de manera normal.

La huelga -decidida la semana pasada a raíz de un accidente en la línea Roja- fue convocada en reclamo de mejoras salariales y durante la jornada se esperaba una nueva reunión entre autoridades y el sindicato.

El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, acusó una “motivación política” en la huelga que “perjudica a la población trabajadora”.

Una huelga parcial también afectaba al tren metropolitano. Las compañías de metro y del tren activaron planes de emergencia para transportar a los pasajeros de esta metrópoli con unos 20 millones de habitantes.

Otras ciudades brasileñas como Natal (noreste), Recife (este), Belo Horizonte (sureste) o la turística Salvador (este) también enfrentaban paralizaciones similares en el transporte este miércoles.