Cuando las ratas embarazadas son expuestas a un fungicida común, sus descendientes aún tres generaciones más tarde muestran más ansiedad y estrés que los hijos de sus pares no expuestas, indicó un estudio publicado el lunes en Estados Unidos.

El trabajo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por sus siglas en inglés), sugiere que este modelo puede explicar el creciente número de casos de trastornos de ansiedad, autismo y obesidad en humanos en los últimos años.

“Ahora estamos en la tercera generación humana desde el comienzo de la revolución química, cuando los humanos empezaron a estar expuestos a este tipo de toxinas”, dijo el autor principal, David Crews, de la Universidad de Texas (sur).

“No hay duda de que hemos estado viendo incrementos reales de trastornos mentales como el autismo y el trastorno bipolar”, agregó.

“Es más que un simple cambio de diagnóstico. La pregunta es ¿por qué? ¿Es porque estamos viviendo en un mundo más frenético, o porque vivimos en un mundo más frenético y respondemos de una manera diferente porque hemos estado expuestos? Estoy a favor de esto último”.

Para el estudio, ratas preñadas fueron expuestas a la vinclozolina, un fungicida común usado en frutas y verduras.

La exposición a esta sustancia química era “superior a lo que cabría esperar en el ambiente, pero no se sabe mucho sobre los niveles ambientales de este compuesto en particular”, dijo Michael Skinner, de la Universidad Estatal de Washington.

Añadió que el estudio buscaba evaluar los potenciales efectos de la exposición, no el riesgo en humanos.

Skinner y sus colegas analizaron las reacciones de ratas macho de tercera generación ante una situación estresante, y compararon las que descendían de ratas que habían sido expuestas a químicos con otras que no.

Las ratas con antecedentes de exposición a fungicidas tenían mayor peso y mayores niveles de testosterona que el resto.

También tenían más ansiedad, eran más sensibles al estrés, y mostraban una mayor actividad cerebral en las regiones relacionadas con el estrés que los descendientes de las ratas no expuestas a sustancias químicas, dijo el estudio.

En otra prueba sobre sociabilidad, los descendientes de ratas expuestas a fungicidas “mostraron menos interés que otros en individuos y ambientes nuevos”, agregó el estudio. Actualmente se llevan a cabo estudios sobre la descendencia femenina, dijo Skinner.

Para los investigadores, la exposición a químicos altera la composición genética del esperma y los óvulos y puede llevar a que generaciones futuras muestren respuestas alteradas al estrés en su adolescencia.

La vinclozolina se usó en cultivos de Estados Unidos en los años 1980, pero su uso se redujo tras demostrarse que podía alterar el desarrollo sexual.