Desde alteraciones de la memoria, hasta depresiones estacionarias, podría generar el cambio de horario en la población, razón por la cual sicólogos llaman a tomar los resguardos correspondientes para que la adaptación sea más fácil.

En una hora se atrasaron los relojes para dar paso al horario de invierno, entregándonos 60 minutos más de sueño pero quitándonos de paso el mismo tiempo del día.

Según el sicólogo Daniel Rodríguez Valencia con esto se puede alterar la concentración, el ánimo e incluso puede influir en un aumento de la tristeza y la melancolía.

Para el profesional desde tres días a una semana, podría tardarse una persona en asimilar el cambio, por lo que es necesario tomar algunas medidas que contribuyan a una adaptación más rápida.

Rodríguez indicó que son los niños quienes se ven más afectados con el cambio horario, sin embargo como se declaró sandwich para gran parte de los alumnos del sistema municipalizado, estos se beneficiarán de los días libres para retomar su rutina a partir del miércoles.