El jefe de prisiones del estado brasileño de Pará (norte) fue destituido este martes a raíz del caso de una adolescente de 14 años que aseguró haber sido violada durante cuatro días en una penitenciaría agrícola, informó una fuente del gobierno local.

El mayor de la Policía Militar, Francisco Mota Bernandes, fue separado de la jefatura del Sistema Penitenciario de Pará porque, “desgraciadamente, no fue ágil en tomar medidas cuando supo de las irregularidades en la colonia penal”, según el secretario de Seguridad de ese estado, Luiz Fernando Rocha.

Con su salida, suman 21 los funcionarios penitenciarios de la cárcel de Santa Izabel destituidos desde el fin de semana tras conocerse las denuncias de la menor.

El 2007, también en Pará, otra adolescente fue abusada sexualmente por 20 días en la cárcel de una delegación policial a la que había sido conducida por sospechas de robo. Los uniformados la recluyeron en una prisión junto con otros 20 presos.

La menor abusada en la penitenciaria de Santa Izabel, quien fue trasladada a un albergue de Belém, capital del estado, contó su versión al canal O Globo, que protegió su identidad y rostro.

“Ellos me violaron. No solo a mí sino a las otras dos chicas que estaban ahí. Fuimos obligadas a consumir drogas, a tomar bebidas alcohólicas”, según el testimonio difundido por la televisora.

La adolescente logró huir del sitio y dio aviso a la Policía, que inspeccionó el lugar sin encontrar a las otras jóvenes mencionadas por la víctima, señaló Fabiano Amazonas, de la División de Atención de Adolescentes.

“Las otras jóvenes también pudieron huir o salido por la puerta del frente o de otra forma”, afirmó el funcionario.

Versiones de prensa indican que la menor y sus acompañantes fueron llevadas al sitio por una mujer que ofrecía a los presos servicios sexuales.

La colonia agrícola Heleno Fragoso acoge a unos 350 presos bajo un régimen semiabierto que les permite trabajar y cumplir parte de su condena fuera de la cárcel.

De acuerdo con denuncias periodísticas, el sitio no cuenta con el resguardo necesario y los presos pueden ingresar bebidas, mujeres y droga.