La justicia ecuatoriana recibió el viernes los alegatos del diario El Universo en una audiencia de apelación del controvertido fallo que condenó a sus tres directivos y un ex editor a tres años de cárcel y el pago de 40 millones de dólares por difamar al presidente Rafael Correa.

La audiencia a puertas cerradas, en la ciudad del diario, Guayaquil (260 km al suroeste de Quito) duró 12 horas y pudo ser seguida por periodistas a través de los comentarios en la red social Twitter de los participantes, incluido en jefe de Estado.

Uno de los jueces, Guillermo Freire, planteó a la prensa que podría reanudarse el próximo jueves en este proceso “voluminoso y delicado” que demanda tiempo de análisis.

La audiencia tuvo lugar luego de que el 20 de julio el juez Juan Paredes condenó a la multimillonaria multa y penas de carcel al director del periódico, Carlos Pérez, a los subdirectores César Pérez y Nicolás Pérez, y al ex editor de opinión Emilio Palacio, demandados por el mandatario socialista.

Correa se encuentra enfrentado a un sector de los medios privados, al que tilda de “poder fáctico, mediocre y corrupto”.

Varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch (HRW), rechazaron la sentencia contra El Universo, considerando que en Ecuador la libertad de prensa se encuentra en peligro, y confiaron en que la apelación la revierta.

Correa interpuso la querella a raíz de una columna de Palacio en la que lo llamó dictador y le advirtió que un futuro gobernante “podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital” durante una rebelión policial el 30 de septiembre de 2010.

El editor viajó a Miami (Estados Unidos) el pasado 24 de agosto en busca de “refugio” ante lo que denunció como una persecución de su gobierno.

Los acusados impugnaron el fallo y pidieron su nulidad, pero la corte de la provincia de Guayas negó este último recurso durante la audiencia del viernes, dando paso únicamente a la apelación.

Correa también había apelado para reclamar los 80 millones de dólares de reparación que exigió inicialmente.

Sin embargo, este viernes su abogado Alembert Vera anunció que desistió de la apelación y aceptará los 40 millones de dólares de dictaminó Paredes, los cuales prometió destinar a un plan de su gobierno contra el calentamiento global.

El anuncio no invalida la apelación del rotativo, que impugnó el pago de la multa y los tres años de cárcel.

De hecho, tras el fallo de segunda instancia las partes podrán interponer un recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia (suprema), y eventualmente pedir una revisión de la sentencia en la Corte Constitucional.

Este viernes el Consejo de la Judicatura negó también una recusación contra los tres jueces presentada por la defensa del cotidiano.

“Rechazada la leguleyada. La audiencia continúa”, señaló Correa en Twitter sobre esta decisión, indicando que en la primera instancia el periódico había presentado tres recusaciones.

“¿Es decir que los recursos que usted presenta son en derecho y los nuestros son leguleyadas?”, le replicó al mandatario Nicolás Pérez, igualmente mediante Twitter.

La diligencia se cumplió en medio de fuertes medidas de seguridad, que incluyeron el resguardo del edificio de la corte por militares y policías.

En los alrededores se apostaron simpatizantes oficialistas y empleados del periódico, constató un periodista de AFP.

Los acusados pidieron la nulidad aduciendo, entre otras cosas, que las personas jurídicas (como El Universo) no son sujetos activos de infracción penal, lo que sólo aplica para las personas naturales.

También denunciaron un “fraude judicial”, señalando que el fallo no habría sido redactado por el juez Juan Paredes.

La diligencia coincidió con el 90 aniversario del diario, fundado el 16 de septiembre de 1921 y cuyo valor se estima en 35 millones de dólares.

Desde la corte, el mandatario afirmó en Twitter que “independientemente del resultado de este juicio, algo ya cambió y para siempre en el país: se le perdió el miedo a los abusos de la prensa”.