Luego de tres meses de paralizaciones y ante el evidente riesgo de perder el año escolar, el diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Enrique van Rysselberghe, hizo un llamado a los dirigentes universitarios regionales y nacionales a terminar con su actitud intransigente y deponer las movilizaciones.

El Parlamentario expresó que “así como la perseverancia inicial del movimiento estudiantil fue premiada por la ciudadanía, la tozudez en la que se ha convertido será finalmente castigada de mantenerse en el tiempo”.

De forma enfática, Van Rysselberghe subrayó que “llegó el momento de comenzar el diálogo, pero un diálogo fresco, renovado y sin condiciones de por medio, ya que hemos llegado a un punto en donde, sin importar los acuerdos que se alcancen, todos perdemos”.

“Pierden los estudiantes universitarios quienes están apostando su año académico; pierden los secundarios de recintos municipalizados, los que no alcanzarán a ver contenidos trascendentales para su aprendizaje, aumentando aún más la brecha existente entre los que más tienen y los sectores vulnerables; pierden los padres y sus familias; pierden los municipios porque dejarán de recibir importantes recursos y; pierden las universidades, ya que no obtendrán los fondos públicos suficientes para mantenerse”, dijo.

El legislador de la UDI agregó: “al menos dos universidades tradicionales están al borde de la quiebra. No podemos permitir que la situación continúe”.

En esa línea, Enrique van Rysselberghe aseveró que “los dirigentes universitarios deben terminar con la intransigencia que se expresa con exigencias que condicionan el diálogo y con una plataforma de demandas que está muy lejos de los problemas propios de las universidades, como por ejemplo: el cambio en el sistema económico, modificaciones al sistema político, y otras demandas que claramente suponen reformas estructurales propias de un programa de gobierno presidencial que no guardan relación alguna con las necesidades del mundo estudiantil”.