Culpable de homicidio frustrado fueron encontrados los dos jóvenes que en 2009 empujaron a un amigo a un barranco en el sector de Shangri-La en Chillán.

Recordemos que la víctima, Carlos Orellana, estuvo 2 meses en coma producto de las lesiones sufridas a raíz de la caída de más de 20 metros.

Durante la tarde de ayer, la madre del joven herido (quien quedó en silla de ruedas), entregó su versión de los hechos aludiendo a que su hijo identificó claramente a uno de los dos imputados como el autor del empujón.

A raíz de los medios de pruebas entregados por el Ministerio Público, el Tribunal Oral en Lo Penal de Chillán determinó que los jóvenes eran culpables del delito de homicidio frustrado, arriesgando una pena de 5 años de prisión efectiva.

La Fiscalía agregó que la condena que será a conocer el próxima jueves, sea cumplida en libertad, ya que ninguno de los imputados tiene antecedentes penales.