El Parlamento griego vota el jueves los recortes concretos y los plazos de las privatizaciones del ajuste aprobado para recibir los fondos que permitan evitar la quiebra de este país de la Eurozona, mientras se investiga la responsabilidad de la policía en la violencia de la víspera.

La nueva votación está prevista a mitad de la tarde en el Parlamento, después de la victoria del primer ministro Giorgos Papandreou el miércoles al lograr aprobar por la mínima su plan de austeridad que prevé recortes de 28.400 millones de euros (40.000 millones de dólares).

En la calle, prosigue la monumental tarea de limpiar las calles del centro de Atenas, convertidas el miércoles, en el segundo día de una huelga general de 48 horas, en una batalla campal.

Una fuente policial aseguró que el gobierno griego ha ordenado que se investigue la participación de la policía en la violencia, que envió a un centenar de heridos al hospital.

El ministro de la Protección Civil, Christos Papoutsis, se centrará en las imágenes retransmitidas por el canal de televisión privado Greek TV Alter que mostraban a la policía colaborando con elementos en civil armados con bates para dispersar a los manifestantes pacíficos.

Papoutsis “ha ordenado al jefe de la policía Eleftherios Iconomou llevar a cabo una investigación exhaustiva para aclarar las imágenes televisivas”, dijo el ministerio en un comunicado.

Los gases lacrimógenos permanecían en el aire el jueves por la mañana cuando los trabajadores limpiaban los restos de barricadas y los destrozos causados por los vándalos en la propiedad pública y privada.

Unos 500 manifestantes permanecieron atrapados el miércoles por la noche en la boca de la estación de metro, en la plaza Syntagma. Algunos llevaban armas pero fueron acorralados por la policía a golpe de piedras y gases lacrimógenos. Los servicios de socorro sacaron al menos a una persona ensangrentada para recibir tratamiento.

Un joven manifestante, Alfredo, que se hallaba en el metro, dijo a la AFP que había tratado en varias ocasiones de salir a la plaza, en medio de una nube de gases lacrimógenos que dejaron a la gente ciega y desorientada, pero que un grupo de hombres sin uniforme se lo impidieron a golpes.

Las imágenes de televisión también mostraron este jueves a un grupo de policías en bicicleta lanzando pequeñas piedras y gases lacrimógenos contra un café en el centro de Atenas.

La policía griega debe “asegurarse de que el uso de la fuerza es proporcionado y está dirigido solo contra los manifestantes violentos”, dijo el director para Europa de Amnistía Internacional, John Dalhuisen, en un comunicado este jueves.

Los alrededores del Parlamento parecían este jueves en calma, pero una huelga de 24 horas declarada en los puertos del país impedía la salida o llegada de barcos al país.

La francesa Christine y su hija Fabienne Merle, de Macon (centro-oeste) dijo a la AFP que los gases lacrimógenos, el cierre de los museos y ahora la huelga que les impide regresar a Atenas les habían “arruinado” sus cinco días de vacaciones.

Los líderes de la Unión Europea, con la canciller alemana, Angela Merkel, a la cabeza, se congratularon por la aprobación de las medidas de austeridad por el Parlamento, incluso antes del segundo voto sobre los detalles de su aplicación.

Papandreou, que aseguró que este sí es “la única forma de comprar tiempo y empezar los grandes cambios que el país necesita”, se dijo dispuesto a “hacer todo lo posible para evitar el colapso del país” y con él el impago de su descomunal deuda de 350.000 millones de euros.

La aprobación de este plan es la condición para que los ministros de Finanzas de la UE, que se reúnen este domingo, desbloqueen otros 12.000 millones de euros para que Grecia pueda honrar sus compromisos inmediatos antes de mediados de julio.

El gobierno también llevará a cabo un plan de privatizaciones para recaudar 50.000 millones de euros para el 2015.

Atenas ha solicitado un nuevo crédito similar al del año pasado de 110.000 millones de euros.

El principal escollo ahora es saber hasta qué punto los bancos privados están dispuestos a participar voluntariamente en el mismo.