En su primera participación en semifinales de la Liga de Campeones, Schalke 04 tendrá la doble desventaja de disputar el partido de ida en casa y de que su rival sea el legendario Manchester United, pero el club alemán se ve capaz de un nuevo milagro.

Gelsenkirchen y Manchester tienen en común su pasado obrero, pero las dos ciudades están a años luz la una de la otra si se compara su lugar en el panorama de clubes europeos.

Actualmente décimo de la Bundesliga, Schalke 04 no es campeón de Alemania desde 1958 y presenta como mejores credenciales su victoria en Copa de la UEFA en 1997 y tres títulos en Copa de Alemania.

A la inversa, Manchester United tiene un nutrido palmarés: está cerca de su 19º título de liga inglesa, el duodécimo desde 1992, y ha sido campeón de Europa en 1968, 1999 y 2008, disputando además dos de las tres últimas finales de la Liga de Campeones.

Pero aunque no ahorran elogios hacia los “Diablos Rojos”, los jugadores de Ralf Rangnick no muestran ningún complejo.

“Siempre alcanzan al menos los cuartos de final. Tienen mucha experiencia y calidad”, afirma el defensa Christoph Metzelder, que juega con una máscara de protección debido a una fractura de nariz.

“Tenemos que ser realistas, no somos favoritos, pero creo que tras nuestra victoria en San Siro (5-2), la Europa del fútbol ha tomado conciencia de lo que somos capaces”, señala.

Alexander Baumjohann, que jugaba todavía en el equipo filial hasta la llegada de Rangnick a mediados de marzo, presenta este partido como “el sueño de todo futbolista”. “Manchester United es lo más alto, como el Inter antes”, recuerda con malicia.

En la ronda precedente, no se daban posibilidades al Schalke 04 frente a los italianos, pero el Inter cayó en casa (5-2) y después en Alemania (2-1).

El símbolo de este milagro es el español Raúl Gonzaléz, que a sus casi 34 años, ha renacido con la camiseta azul, tras 16 años en el Real Madrid, marcando 18 goles, cinco de ellos en la Liga de Campeones.

Con el Real Madrid, el máximo goleador de la historia de la competición (71 tantos) ya se ha enfrentado al Manchester United tres veces (dos veces en cuartos de final en 2000 y una en cuartos en 2003), marcando cuatro goles, sin que el equipo inglés le eliminara en ambas ocasiones.

Ese no es el único mal presagio para el Manchester United: el emblemático entrenador escocés del equipo inglés, Alex Ferguson, batió al Bayern Múnich en la final de 1999, pero nunca eliminó a un equipo alemán en eliminatoria de ida y vuelta, cayendo contra Borussia de Dortmund (1997, semifinal), Bayern (2001 y 2010 en cuartos) y Bayer Leverkusen (2002, semifinal).

“Los equipos alemanes siempre tienen determinación y resistencia y estoy seguro de que eso va a mostrar Schalke 04 el martes”, previno Sir Alex.

“Pero tenemos ahora más experiencia y nuestro balance fuera de casa es excepcional” con ningún gol encajado, añadió el escocés, quien, a diferencia de Rangnick, no dio descanso a ninguna de sus estrellas, con excepción del serbio Nemanja Vidic, el pasado fin de semana.

Pero los últimos partidos del equipo inglés no han sido muy convincentes. Tras perder contra Manchester City en semifinales de la Copa de Inglaterra (1-0), hace diez días, lo que les privó de la posibilidad de un triplete, empataron en Newcastle (0-0), antes de ganar por la mínima al Everton (1-0).

“Tenemos que mostrarles nuestra historia, por qué hemos llegado a tantas finales, por qué hemos ganado muchas y por qué nos hemos encontrado en situaciones parecidas a ésta en el pasado”, resume John O’Shea.