Solo escribo para ver si con esto se puede llevar a la palestra el tema de los niños hiperactivos. Mi hijo paso a primero básico este año y fue marcado todo este 2010 recién pasado por su supuesta hiperactividad.

En el colegio lo llevaron a la orientadora y visitó fielmente todas las semanas a la psicopedagoga. En diciembre tuve que llevarlo al Neurólogo Infantil, porque así lo exigió el colegio.

Le hicieron tres preguntas y lo catalogaron de hiperactivo impulsivo, al otro día nos entregaron los informes de personalidad junto a sus notas y vemos que su rendimiento fue de los mejores, que la psicopedagoga dice que es un niño “normal”, al igual que la orientadora y profesora. Cabe señalar que el primer semestre era el niño problema del curso, pero el año 2009 fue elegido como el mejor alumno y compañero de Pre-Kinder.

Qué pasa en estos casos, como el de mi hijo fue catalogado todo el año como hiperactivo, donde él mismo se sentía (y aun lo siente así) extraño porque todos en el colegio le decían que tenía un problema.

Por suerte nosotros como padres, nos negamos a medicarlo, porque de haberlo hecho lo hubiésemos perjudicado para toda la vida. Además a mitad de año su primer informe de personalidad fue nefasto y nos ató de manos para matricularlo en primer año en un colegio pagado.

Podría extenderme mucho más en esta columna con una infinidad de ejemplos, pero mi intensión es solamente tratar de que este tema sea recurrente en las noticias para que se levante la voz de nosotros los padres que vemos como tildan a nuestros hijos de enfermos, porque son diferentes a la gran mayoría (y que poco a poco se hacen minoría).

Diferentes porque no temen expresarse ni dar a conocer su punto de vista dentro de una sociedad que mantiene la educación de antaño (la misma educación que vimos nosotros hace 30 o 40 años).-

Nosotros crecimos con un atari, con un trompo, una pelota hecha de trapos, paquito libre, la tiña, etc. hoy por hoy, nuestros hijos van creciendo con internet, play, cable, celulares, sin embargo la escuela es la misma.

¿La Educación necesita un cambio? ¡claro que si!, ¿Un ejemplo? La “revolución pingüina del 2009″ como muestra del cambio de mentalidad de nuestros niños y jóvenes.

Douglas Contreras A.
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