Corea del Norte aceptó el regreso a su territorio de inspectores de la ONU encargados de vigilar su programa nuclear, con el fin de calmar la tensión en la península coreana, en citas con el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, indicó este lunes el canal norteamericano CNN.

Según el periodista de CNN Wolf Blitzer, que acompañó a Bill Richardson en Pyongyang, los norcoreanos aceptaron dejar que regresen al emplazamiento nuclear de Yongbyon los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Corea del Norte había retirado todo el material de vigilancia de Yongbyon en abril de 2009 y pidió a los inspectores que abandonaran el país.

Corea del Norte acepta también autorizar el envío al extranjero de las barras de combustibles necesarias para el enriquecimiento del uranio. También acepta la creación de una comisión y la instalación de un teléfono rojo entre las dos Coreas y Estados Unidos, añadió Wolf Blitzer.