Al menos 11 personas murieron y muchas más resultaron heridas en Costa de Marfil en enfrentamientos entre partidarios de Alassane Ouattara y de Laurent Gbabgo, que se proclaman vencedores de la reciente elección presidencial, indicaron fuentes concordantes.

Según Amnistía Internacional, disparos de las fuerzas del orden causaron al menos nueve muertos entre los manifestantes y de acuerdo a la Cruz Roja al menos 80 heridos.

En Abiyán, según reporteros de la AFP y testigos, cuatro personas murieron a balazos cuando las fuerzas de seguridad, que se mantienen fieles a Gbabgo, dispersaron a partidarios de Ouattara que avanzaban hacia la sede de la televisión estatal.

Un portavoz de Gbagbo dijo que murieron diez manifestantes y diez policías y soldados, mientras el bando de Ouattara afirmó que murieron dos de sus partidarios y 30 manifestantes, cifras que no han sido confirmadas.

La ONU anunció en Nueva York que 800 Cascos azules tomaron posición alrededor del hotel del Golf, donde se encuentra Ouattara, quien es reconocido presidente legítimo por la comunidad internacional, encabezada por las Naciones Unidas.

Por su parte en Nueva York el Consejo de seguridad advirtió el jueves a los autores de ataques contra civiles en Costa de Marfil, y subrayó que serán considerados responsables de sus actos y “llevados a la justicia”.

“Los miembros del Consejo de seguridad advierten a todas las partes que quienes sean considerados responsables de ataques contra civiles serán llevados a la justicia, de acuerdo con la ley internacional”, subrayó el Consejo de seguridad en una declarción.

Los informes dieron parte de combates con armas automáticas y armamento pesado en la capital de este país del este de África, Yamusukro, y en Abiyán, su capital política.

Miles de personas salieron a la calle, respondiendo a una convocatoria de Ouattara, para tratar de tomar la sede de la televisión RTI, uno de los pilares del régimen de Gbabgo, acordonada por las fuerzas de seguridad.

Los dos bandos protagonizaron duelos de artillería y con armas pesadas durante varias horas en torno a ese hotel.

Las FN tratan de despejar la única carretera que pasa por delante del edificio –obstruida por miembros de las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS, pro Gbabgo)– para poder dirigirse a la sede de la RTI.

Otros enfrentamientos se señalaron a media jornada en Tiebisu, en el centro del país, según informaron fuentes de ambos bandos.

El primer ministro nombrado por Ouattara, Guillaume Soro, llamó el jueves a la población a mantener “la movilización” contra el régimen de Gbabgo y a tratar de tomar la televisión.

Soro “llama a toda la población a la movilización”, a hacer frente a “esta dictadura de los tanques y a reclamar la libertad de información”, señaló un comunicado emitido por sus servicios.

La comunidad internacional reconoció prácticamente de forma unánime la victoria de Ouattara en los comicios del 28 de noviembre, e instó a Gbagbo a entregar el poder.

Pero este último ignoró esos llamamientos y juró el cargo, basándose en un fallo del Consejo Constitucional que lo proclamó vencedor de los comicios.

El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, advirtió el jueves que estaba decidido a procesar a cualquier responsable de actos violentos letales en Costa de Marfil, en una entrevista con la televisión francesa France 24.

Costa de Marfil, primer productor mundial de cacao, es una ex colonia francesa de 21,1 millones de habitantes, independiente desde 1960.

Gbagbo llegó al poder en octubre de 2000, tras unas polémicas elecciones.

Después de un fallido golpe de Estado de septiembre de 2002, el país se dividió entre el sur leal al mandatario y el norte que se pliega a la rebelión liderada por las Fuerzas Nuevas.

Gbagbo se mantuvo en el poder pese al fin de su mandato en 2005. Las elecciones presidenciales fueron aplazadas seis veces, hasta la celebración de la primera vuelta el 31 de octubre y de la segunda el 28 de noviembre pasados.