Si bien la palabra “discusión” está relacionada como un momento negativo dentro de una relación, debes considerar que también puede tener un objetivo constructivo.

De este modo, aprender a discutir “correctamente”, puede ser clave en tu crecimiento personal, de pareja o amistad.

“Un feedback constructivo, con el que nos expliquen bien aquellas cosas que podemos hacer de manera diferente o mejorar, o sobre diferentes aspectos de nuestra relación, nos puede servir para conocer puntos de mejora y potenciar los puntos fuertes”, explica la psicóloga Tamara Moreno, a la revista digital Vogue.

No obstante, la especialista advierte que una discusión constructiva solo se logrará si sientes la libertad de poder expresarte con tu pareja. “Poder ser escuchados y de opinar sobre lo que queramos, pues se crea una atmósfera de crecimiento y aprendizaje, tanto individual como colectiva”, complementa.

¿Qué es una discusión constructiva?

El principal objetivo de una discusión constructiva, es poner sobre la mesa los diferentes puntos de vista y opiniones. De este modo poder llegar a un consenso sobre el tema.

De acuerdo a lo planteado por la psicóloga, se intenta encontrar un punto en común que sea “el producto de ambas maneras de pensar”.

En el caso contrario, solo se trataría de un montón de reproches, críticas o incluso ataques frontales que no solucionarán nada.

Con respecto a la forma de abordar la conversación, la psicóloga advierte que iniciar con la frase “tenemos que hablar”, no es de mucha ayuda.

Eso levantará las defensas de la otra persona, porque anunciamos que vamos a contarle algo importante y generamos una alerta en su cerebro emocional. “Generalmente, cuando discutimos con un pareja por la implicación emocional que conlleva, solemos hacerlo desde el ataque, aunque no sea con esa intención“, describe.

Pexels
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La escucha activa

Aunque parezca estructurado o “artificial”, siempre es bueno establecer turnos para que cada uno hable y exponga su punto de vista sobre la situación.

Así te asegurarás de que ninguno se quede sin decir algo importante y evitarás que el otro manipule la conversación.

Asimismo, una herramienta muy útil para mejorar la escucha activa, es parafrasear a la otra persona o hacer pequeños resúmenes de sus dichos. De esa forma comprobarás si tu interpretación es correcta y él o ella se sentirá escuchado(a).

Consejos para enfrentar una discusión

1. Habla desde “ti mismo”: manifiesta tu punto de vista, planteando ejemplos personales y convirtiendo las peticiones en “lo que creo que podemos hacer para mejorar la situación”.

2. Escucha activamente: esto suele desaparecer durante las discusiones, ya que te sueles centrar en lo quieres conseguir y no escuchas lo que la otra persona necesita.

3. Pide su opinión: permite que se que exprese sin interrumpirlo(a). Esto también ayudará a que la otra persona adopte una actitud de escucha activa.

4. Intentando empatizar: recuerda que son dos personas las involucradas en la discusión. Ambas tienen maneras distintas de interpretar las situaciones y todos los aprendizajes son válidos.

5. Cuida tu lenguaje no verbal: procura ser consciente de los gestos que acompañen tus palabras y que no sean contradictorios con lo que quieres expresar.