La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga, y esto puede ocurrir a cualquier edad y afecta tanto a hombres como a mujeres.

Según indica el sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, esta filtración ocurre cuando los músculos están demasiado débiles o demasiado activos, entre otras causas.

“Si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, es posible que tenga accidentes al estornudar, reír o levantar objetos pesados. Esto se conoce como incontinencia de esfuerzo o por estrés”, señala el portal.

En tanto, si los músculos están demasiado activos, “es posible que sienta una fuerte urgencia por ir al baño cuando tenga poca orina en la vejiga”, fenómeno que se conoce como incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva.

En este contexto, existen algunos deportes y profesiones que, por diversos motivos, aumentan el riesgo de sufrir pérdidas de orina. Aquí es fundamental fortalecer el suelo pélvico, que es el que controla la continencia urinaria.

Sonia Marcos, fisioterapeuta y académica de la Escola Universitària de la Salut i de l’Esport de España, explicó a La Vanguardia que deportes de impacto como el básquetbol, running, equitación y el aeróbic pueden ponen en riesgo al suelo pélvico.

Pexels (CC)
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“El suelo pélvico está formado por un conjunto de músculos que tienen una forma de hamaca y conjuntamente con los músculos abdominales, especialmente el músculo transverso del abdomen, hacen de faja natural. Si no se trabaja esta musculatura para que tenga un tono más adecuado, a la larga se convertiría en una incontinencia más grave”, señaló.

En cuanto a las profesiones que tienen mayor probabilidad de provocar incontinencia urinaria son en las que se ocupa mucho la voz, como cantantes, profesores, actores y músicos que tocan instrumentos de viento.

De acuerdo a la fisioterapeuta Blandine Calais-Germain, cuando hablamos, cantamos o soplamos se genera presión en el abdomen y si esta no se canaliza adecuadamente, puede generar un impacto negativo en el suelo pélvico, debilitándolo.

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“Un mal movimiento del abdomen puede conllevar problemas: si una parte del empuje del abdomen en lugar de dirigirse hacia la garganta va hacia la parte baja del tronco, crea mucha fuerza sobre el suelo pélvico”, detalló a La Vaguardia.

Pero esto no quiere decir que debas renunciar a tu profesión. Calais-Germain indicó que se puede trabajar los músculos y fortalecer el suelo pélvico para que resista estas presiones.

Por ejemplo, se puede “dosificar la presión del aire debajo de la glotis, un control que consiste en mantener los músculos inspiradores en acción al mismo tiempo que la expiración se produce”, aconsejó.

Por último, otro tratamiento —y probablemente el más popular— es realizar los llamados ejercicios de Kegel, que ayudan no solo a fortalecer los músculos de la vejiga, sino que también los que están debajo del útero para las mujeres y el intestino grueso.