Argentina se convirtió en el primer país de Sudamérica en recibir estrellas por parte de la guía gastronómica que data del 1900. Inspectores anónimos se encargaron de degustar y analizar los platos y atención de diferentes restaurantes, quienes han transformado su identidad y amor por los productos locales en su esencia.
Un restaurante con dos estrellas y otros seis con una. Ese fue el saldo del arribo de la Guía Michelin a Argentina, con foco en Buenos Aires y Mendoza.
El establecimiento gastronómico con más galardones corresponde a Aramburu, cuyas dependencias se ubican en la capital del país trasandino, específicamente, en el barrio de Recoleta.
Minutos después de recibir su reconocimiento, el chef Gonzalo Aramburu conversó con BioBioChile, sin ocultar su emoción al respecto.
“Estoy con muchas ganas de seguir, este es el mejor momento a nivel personal. Estamos felices de recibir esto y la verdad es increíble”, expresó Aramburu.
Además, tuvo palabras de agradecimiento para su equipo, acotando que “llevo 16 años haciendo un restorán gastronómico con mucha gente muy comprometida en todo, desde lo que compramos hasta lo que llega a la mesa del comensal”.
Su análisis no se detuvo allí, explicando que “esto es un empujón nuevo, esto es aire fresco”.
Mientras, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, se refirió a las estrellas recibidas, señalando que “es un reconocimiento para el talento de Argentina, a talento de los chefs, a los emprendedores argentinos”.
“Creo que consolida a la Argentina como la capital gastronómica de Sudamérica. Era el objetivo y estoy muy contento”, sumó el secretario de Estado.
El predominio de Mendoza en la entrega de estrellas de la Guía Michelin en Argentina
Si bien Aramburu obtuvo el máximo galardón de la gala que tuvo lugar en Arenas Studios, en el caso de los establecimientos que ahora cuentan con una estrella Michelin existe un predominio de la Provincia de Mendoza, abarcando cuatro de los seis establecimientos seleccionados.
En específico, los restaurantes premiados con base en esa zona corresponden a: Zonda Cocina de Paisaje, de Augusto García; Casa Vigil, de Iván Azar; Brindillas, de Mariano Gallego y Azafrán, de Sebastián Weigandt.
En el caso de Buenos Aires, Don Julio, del chef Guido Tassi, y Trescha, de Tomás Treschanski, también se alzaron con una estrella Michelin.
Al respecto se refirió Nora Vicario, ministra de Cultura y Turismo de Mendoza, afirmando que “es un momento histórico para la Argentina y para la gastronomía argentina”.
“Creemos firmemente que, como ha pasado en otros países del mundo, la Guía Michelin es un impulso para traer inversiones, para seguir trabajando y para ofrecer más calidad”, añadió la titular de Cultura y Turismo.
Además de los centros culinarios que recibieron sus estrella Michelin, otros 57 restaurantes fueron seleccionados para ser incluidos -sin estrella- en la Guía Michelin.
De ellos, 42 corresponden a Buenos Aires y los 15 restantes se ubican en la Provincia de Mendoza.
Riccitelli Wines: Toque familiar y un vino añejado al aire libre durante 7 años
Uno de los recomendados por la Guía Michelin es Ricciteli Wines, bodega ubicada en el departamento de Luján de Cuyo (Mendoza), correspondiente a un emprendimiento familiar que partió en 2009.
Lo anterior, según precisan en su propia página web, luego que el enólogo Matías Riccitelli decidiera “mezclar todo lo aprendido a lo largo de su carrera y las enseñanzas trasmitidas por su mentor y padre Jorge Riccitelli”.
Dentro de la gran variedad de vinos que ofrece la bodega, entre la que destaca su línea Old Vines, resaltan los denominados vinos rancios, los que se añejan al aire libre por 7 años.
Orígenes del denominado vino “rancio”
“El rancio es originario de El Priorato, de la zona de Cataluña”, precisó Verónica Riccitelli, hermana de Matías.
“Ahí la gente elabora su propio vino en pequeñas partidas, hace el vino y lo pone al sol arriba de las medianeras de cada casa”, agregó.
En el caso de Riccitelli Wines, apuntó, “esto está trabajado un poquito más estudiando y a conciencia; se trabaja con soleras”.
A su vez, aseveró que “en el año 2017 se hizo el primer blent. Es un blent de blancas, se añejó cuatro meses en barricas y después se lo sacó, se lo puso al sol desde agosto hasta marzo del año siguiente, que tuvimos ya el vino de la siguiente cosecha listo”.
“Mientras estuvo allá, ese vino se va reduciendo y evaporando, lo volvimos a bajar, le sumamos el vino nuevo, lo añejamos un tiempito en barricas, lo volvimos a sacar otra vez diez meses, le volvimos a sumar un año y así todos los años, hasta que lo fraccionamos”, explicó Verónica.
En la actualidad, Riccitelli produce un total de 800 botellas de vino “rancio” al año.
Si bien el foco de Riccitelli Wines es el vino, su propuesta bistró no se queda atrás, con una cocina enfocada en los productos locales, sacados incluso de una huerta propia.
De hecho, esto último le valió obtener una estrella verde Michelin por su trabajo en armonía con la sostenibilidad.
Juan Ventureyra, chef de Riccitelli Bistró, se refirió a este reconocimiento e indicó que “hace nueve años estoy en Mendoza, luchando por la localidad, luchando por el vegetal mendocino que es lo que nos potencia como provincia”.
“Que la guía nos reconozca el restaurante como sustentable es increíble y hay una fuerza de equipo terrible”, sentenció Ventureyra.
Casa Vigil: una experiencia culinaria y un espacio inspirado en la Divina Comedia
Ubicada en el departamento de Maipú, también en la provincia de Mendoza, Casa Vigil ofrece una experiencia tanto culinaria como cultural.
Prueba de ello, es que el espacio -que alberga tanto el restaurante como la bodega- está inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Con el vino “El Enemigo” como punta de lanza, Casa Vigil ofrece un menú que abarca carnes y productos del mar. Es decir, una carta para todos los gustos.
Dicha propuesta, le permitió ser galardonado con dos estrellas de la Guía Michelin en Argentina, una de ellas referidas a los seis restaurantes premiados y la otra verde por sostenibilidad.
Alejandro Vigil, enólogo y propietario -junto a su esposa María Sance- de Casa Vigil, definió el reconocimiento “como un antes y un después para Mendoza”.
“Todo lo que ha pasado, la cantidad de estrellas y menciones, creo que hay un trabajo profundo hecho en los últimos 22 años que nos ha llevado a este instante”, reflexionó.
Vigil, además, manifestó que “tenemos un futuro muy lindo, porque es una base única tener las estrellas Michelin”.
Iván Azar, chef de Casa Vigil y uno de los receptores de las preciadas estrellas, afirmó que lo ocurrido “es un reconocimiento a años de trabajo, a un equipo increíble que es enorme”.
“Todos los días trabajamos obsesionados con lo que hacemos. Es mucho sacrificio (…) Tener este reconocimiento es un mimo, un cariño y una alegría muy grande”, cerró.
El Preferido: una de las 4 estrellas verdes de la Guía Michelin en Argentina con base en Buenos Aires
El barrio de Palermo en Buenos Aires es el punto donde se levanta “El Preferido”, un establecimiento que resalta por la gran cantidad de comensales que diariamente aguardan para ser atendidos.
En el marco del la primavera 2023, parte de la carta la componen exquisiteces como aceitunas, aceite de oliva y babaganoush.
A ellas, se suman embutidos tales como el salame chacarero, calabresa, bondiola y sobrasada.
Fainá con provolone, morcilla con huevo de campo y hierbas, además de morillas, se suman también a las opciones culinarias.
No obstante, las alternativas no se acaban allí, ya que un posible plato de fondo puede consistir en milanesas de bife de chorizo, papas fritas y una ensalada de rúcula silvestre y flores como acompañamiento.
Pasando al postre, una serie de helados artesanales -con sabores como dulce de leche, pistacho y whisky- están a la orden del día.
Y como no podía ser de otra forma, la carta de vinos abarca productos provenientes de bodegas de las provincias de Córdoba, Mendoza, San Juan y Chubut.
Trabajo con enfoque familiar y amor por lo local. Así se puede resumir, en parte, el método aplicado por años por bodegas y restaurantes en Buenos Aires y Mendoza.
Esto último, con la meta de atraer no sólo a habitantes de la nación trasandina, sino que también a turistas de todo el mundo.
