La mujer asegura que no es una entrada a la cena, sino que una forma de instar a sus hijos a colaborar con los gastos.
Una mujer llamada Caroline Duddridge se volvió famosa en Reino Unido a raíz de una regla que impuso a su familia para Navidad. Exige que paguen por ir a cenar con ella en esa fecha, de lo contrario prefiere que “no vayan”.
Ella misma sostiene que no se trata de una entrada para estar con ella, sino que un llamado para que sus hijos colaboren con los gastos de la cena.
“Esperar que una persona pague toda la comida y la prepare, limpie y utilice la calefacción y la electricidad es demasiado. El importe que cobro por la cena incluye la electricidad. Para mí es una obviedad (…) Es el único camino a seguir”, indicó a The Sun.
Caroline asegura que extiende el aviso durante el mes de noviembre, agregando que pone como plazo final el 1 de diciembre para que sus familiares paguen.
“Ingreso a mi cuenta bancaria y verifico quién ha pagado la cena de Navidad en noviembre (…) Si no pagas antes del 1 de diciembre, no entrarás”, señaló.
Meet Caroline Duddridge, the grandma who charges her family for Christmas dinner every year. But she's not out to make money, just cover costs and avoid waste. Caroline, 63, hosts up to 12 people for Christmas dinner and this year will be no different.https://t.co/5WjFpZX4qv pic.twitter.com/2CNs1HdJWe
— Times of Bristol (@timesofbristol) December 23, 2022
Caroline Duddridge cobra a hijos para cenar con ella en Navidad
La mujer sostiene que la primera vez que realizó esto fue en 2022 y le trajo resultados favorables, ya que redujo considerablemente los gastos y quehaceres.
Sin ir más lejos, incluso tiene un desglose de las tarifas para todos sus hijos e incluso los nietos.
De esta forma, sus hijos hombres desembolsan 15 libras esterlinas (16.000 pesos), mientras que sus hijas 10 (11.000 pesos). Asimismo, los nietos tienen una tarifa de 5 (5.500 pesos).
Sobre este punto Duddridge justificó su decisión indicando que la vida en Reino Unido se ha elevado considerablemente en los últimos años, por lo que es impensado que ella pueda correr con gastos tan elevados.
“Algunas personas podrían pensar que es duro imponer un impuesto a las comidas de los niños, pero es una importante lección de vida. A los nietos mayores les gusta ofrecerse a ayudarme a recuperar parte de su dinero y eso lo admiro”, sentenció.
