Tener doble vida cuesta caro, también monetariamente hablando. Una reciente encuesta en un país cercano a Chile, lo corrobora. Se suman a la situación, las cifras de infieles en algunas naciones latinoamericanas, disputándose los primeros lugares de ciudadanos con conductas alevosas contra la pareja.
Cuando se habla de deslealtad, la que se ejerce contra la pareja es de las más comentadas en los círculos sociales. Los infieles son mal vistos porque rompen alianzas y amistades (que toman bandos por afinidad). Sin embargo, nada detiene dicha conducta.
La situación reviste de un análisis integral en varias materias: lo económico, moral, social, afectivo, sentimental, psicológico, etc.
Recientemente, en lo que respecta a lo monetario, una casa encuestadora argentina consultó a un grupo de personas que mantienen una doble vida, en el plano sentimental, acerca de ¿cuánto presupuesto emplean para su relación de infidelidad?
Las respuestas son tan variadas como interesantes, desde el punto de vista estratégico, si tomamos en cuenta que se trata de economías latinoamericanas (en especial la Argentina), donde habitan ciudadanos con ingresos muy dispares, con respecto a los de otros continentes.
Aún así, el “ingenio” se antepone a la resolución de vivir una aventura extramarital o similar.
¿Cuánto gastan los infieles?
Los infieles argentinos se confesaron a través de una encuesta.
La artífice de tal logro es Gleeden, una aplicación de encuentros no monógamos pensada por y para mujeres, según la describe el medio trasandino Clarín, que publicó todos detalles.
Lo anterior, fue posible por la colaboración de 3.600 usuarios de la aplicación que se dieron a la tarea de contestar varias interrogantes.
El resultado: los trasandinos infieles gastan 17.500 pesos argentinos mensuales, en su aventura de turno. Eso, es el equivalente a casi 123.000 pesos chilenos.
Almuerzos o cenas en restaurantes, hoteles y cafés clandestinos, están en el rubro. De hecho, en cuanto al último punto, compartir cafeína con el amante prohibido significa un costo de 10.000 pesos argentinos al mes (más de 70.000 pesos chilenos) para el 76% de los encuestados. El otro 24% emplea entre 35 y 50 mil pesos chilenos en ese ítem de gastos (de 5 mil a 7 mil pesos argentinos).
En cuanto a visitas a hoteles, con su contraparte infiel, el 50% de los encuestados erogan 7.500 pesos argentino, o el equivalente a 52.600 pesos chilenos. El 26% hasta 10.000 pesos argentinos o y el restante 24% hasta 7.000 pesos (en moneda local).
Los regalos pueden esperar en el presupuesto de los infieles, ya que la mayoría (67%), aseguró que no ocupa el tren de gastos para dar obsequios. Sólo el 33% los hace en presentaciones de lencería o juguetes sexuales.
Pagar en efectivo forma parte de la estrategia, según reveló una fuente de Gleeden, que además destacó los gastos compartidos para concretar una escapada infiel.
“Al realizar esta encuesta notamos que tanto hombres como mujeres suelen compartir los gastos, lo cual rompe con la noción de que es el hombre quien paga más. Y es que, al parecer, la adrenalina, el placer y la complicidad que traen las relaciones que se mantienen en secreto, hacen que las personas se arriesguen a buscar con quien vivir estas aventuras y quiten el foco del factor económico”.
Países que lideran la lista de infieles: Chile en el 4º lugar
En febrero pasado, muchas parejas celebraron el Día de San Valentín, sin saber que un día antes (13 de febrero) se festejó el denominado “Día de los amantes”.
Sitios especializados en citas extramaritales, como Ashley Madison, dieron a conocer un ranking de países donde hay más infieles con respecto a otros de Latinoamérica.
El primer lugar de la última medición (2022) lo ostenta México, seguido de Brasil. Cabe destacar que las categorías surgen del contexto de pandemia, que dio paso a la inscripción de citas en la referida plataforma.
Son 2.4 millones de mexicanos “que buscan relaciones extramaritales. Hay 1.3 mujeres por cada hombre activo”, citó el medio Milenio a la compañía, por medio de un comunicado, en referencia a la inscripción local al sitio de citas.
La tercera posición en el ranking de infieles es para Colombia. Sin embargo, el cuarto lugar se lo disputan Chile y Argentina.
En lo que respecta al primero, el medio de Punta Arenas, El Pingüino, destacó que en confinamiento 10.000 chilenos se unieron al sitio de citas Ashley Madison. Desde 2012 esta plataforma ya cuenta con 847 mil suscriptores.
En Argentina aseguran que son sus ciudadanos los que ocupan el cuarto lugar en cuanto a infieles inscritos en el sitio de citas antes mencionado.
El portal de la revista Marie Claire publicó que 11.000 nuevos usuarios argentinos se inscribieron durante el 2021 a Ashley Madison, llegando a ser más de 864.000 miembros en una década.
“Hubo cierta especulación sobre el posible auge en divorcios a causa de la pandemia, pero creo que lo importante es analizar el impacto psicológico del covid-19 en la forma en que entendemos el sexo, el matrimonio y las relaciones sociales”, declaró Christoph Kraemer, Director Ejecutivo de Ashley Madison en Latinoamérica.
Cabe mencionar que ese sitio es utilizado en 52 países por más de 75 millones de suscriptores.
¿Qué dicen los expertos sobre la infidelidad?
“El mundo está cambiando y la infidelidad será la solución definitiva para la mayoría de los matrimonios en los próximos años”, agregó el portavoz de Ashley Madison cuando dio a conocer el crecimiento de los usuarios en la plataforma.
Sin embargo, tal aseveración viene del rubro comercial y no del más analítico, del cual se ocupan expertos en temas sexuales.
En ese sentido, el medio colombiano El Tiempo (cuyos ciudadanos fueron ubicados como los terceros más infieles de Latinoamérica), citó a una sexóloga.
Flavia Dos Santos considera que no es verdad que la infidelidad ocurra por estar insatisfecho sexualmente o porque se busque más placer.
“La primera cosa que dice un infiel es: ‘Yo me siento vivo otra vez, yo me siento feliz, yo me siento cuidado’, y ahí nos vamos dando cuenta que la infidelidad tiene mucho que ver con la necesidad de ser deseado, hay una necesidad natural en todos los seres humanos de sentirnos valorados”.
Otras sexólogas, citadas por el medio español El País, consideran que ser fieles es un acto monógamo que debe replantearse, debido a lo difícil que resulta, por naturaleza.
“En Japón está normalizado tener amante una vez que has entrado en lo que ellos llaman sexless marriage, algo así como las horas bajas del matrimonio. No quieren renunciar a la estabilidad de la pareja como núcleo familiar, pero aceptan la realidad de la falta de relaciones sexuales o el deterioro propio de la relación”, aseguró Paula Álvarez, sexóloga y pedagoga.
No obstante, el que es infiel no la pasa del todo bien, en opinión de otra experta en el tema.
“A la persona que engaña le supone un gasto energético extra el mantener una doble vida: la que mantiene con su pareja y la que mantiene con la persona amante. El gasto de energía es mayor por el mero hecho de multiplicarlas”, aseguró la sexóloga María Ramos.
Sin embargo, dentro de lo malo que puede acarrear una infidelidad, se le puede ver el lado positivo -aunque cueste trabajo figurárselo- según los consultados en este tema.
“No todas las relaciones acaban cuando aparece la figura del amante. A veces, que se conozca su existencia, refuerza la relación de pareja porque obliga a que se comuniquen y hablen de su relación”, comentó Inmaculada Cabo Fernández, sexóloga y enfermera.
Aún así, no hay que ser experto en la materia para inferir que las experiencias en los zapatos de cada pareja son las que marcan el camino a seguir, después de una situación como esa.
