Sabido es que, debido a las crisis sociales, pobreza y hambrunas que ha sufrido en su historia, China ha tenido que diversificar al extremo su gastromonía, la cual ha llegado a incluir a animales como murciélagos, pangolines, perros, gatos, guillos e incluso ratas.
Estas últimas por años fueron parte importante de lo que fue la dieta gourmet en algunas regiones de China. Se trata de la Rata de Bambú, la cual se comercializa hasta el día de hoy.
Según detalla The Guardian, este animal se caracteriza por tener una figura corpulenta, mejillas gordas, llegar a pesar cinco kilos y medir cerca de medio metro en edad adulta. Su nombre se origina porque se alimenta del bambú.
Sus orígenes en ese país datan de la Dinastía Zhou, 1000 a 2000 a.C., cuando se comenzó a indicar que su carne actuaba como purificadora del alma.
Ya con el paso del tiempo su comercialización fue aumentando, por lo que aumentaron los criadores de animales y actualmente se venden como productos refinados, sosteniendo incluso que “su carne tiene un sabor muy parecido al pato”.
No obstante, pese a toda su publicidad y con motivo de la pandemia, recientemente el gobierno chino decretó la prohibición de consumir estos alimentos, debido a que podría ser un portador del coronavirus.
Es por eso que los criaderos han tenido que cerrarse y miles de estos animales están siendo sacrificados, al menos hasta que se demuestre que no tienen relación con la propagación del virus.
Según detalló Daily Mail, en enero pasado uno de los epidemiólogos más renombrados de la ciudad de Wuhan, doctor Zhong Nanshan, había indicado que la (en ese entonces) epidemia estaba relacionada con el consumo de este animal en particular.
Otros expertos sumaron a la lista animales como serpientes, murciélagos o pangolines, aunque hasta el día de hoy no se ha confirmado esta asociación.
Hay que señalar que varias ciudades chinas, como Shenzhen y Wuhan, prohibieron a comienzos de abril la comercialización de perros y gatos en los mercados.
A eso se sumó una ordenanza del propio gobierno chino a la población, para que se abstuvieran de comprar este tipo de roedores para consumo personal.
