El consumo de agua es vital para nuestra salud, no sólo porque estimula la eliminación de toxinas y sustancias que no son necesarias para nuestro organismo sino además porque activa el ritmo del metabolismo corporal.

Hoy en día podemos encontrar con facilidad en los supermercados diferentes marcas ofreciendo agua embotellada. Mientras algunos la venden con o sin gas, otros han desarrollado una gran variedad con distintos sabores.

Dentro de este amplio abanico de posibilidades, existe un producto que se describe como agua purificada alcalina. Se trata de Nestlé Pure Life Alkaline pH8+, el cual la compañía denomina como “la evolución de la hidratación”.

Específicamente, se promociona como “agua purificada sin sabor especialmente formulada para lograr un pH8+, lo que la hace un agua alcalina”, elaborada bajo los “estrictos parámetros de calidad Nestlé”.

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Pese a que ya se ha hablado anteriormente en reiteradas ocasiones del aporte del consumo de agua, los supuestos beneficios del “agua alcalina” -que van desde regular los niveles de pH del cuerpo hasta ofrecer una mejor hidratación– no han sido demostrados.

En conversación con BioBioChile, la Bioquímica y Doctora en Microbiología de la Universidad de Chile, María José Gallardo Nelson, aseveró que no existe evidencia científica que confirme que el agua alcalina tenga beneficios extra, en comparación al agua normal, para la salud.

“El pH es una escala que me permite decir qué tan ácido y qué tan básico es una sustancia, como el agua, la sangre o el azúcar. Entonces, cuando no es ni ácida ni básica, es neutra, lo que sería un pH7”, comenzó explicando.

“Nuestra sangre y el agua potable que consumimos tiene un pH neutro, está en el rango de 7 o 7,5. En tanto, hay cosas que tienen un poco menos pH, hacia el lado ácido, que sería menos de 7, como el agua lluvia. Es un poco más ácida si la compararas con el agua potable. Y si ves el agua de mar, tiene un pH cercano a 8″, agregó.

En este caso, la experta, quien además es socia de la Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular de Chile, indicó que lo que se está vendiendo es agua con un pH similar al del agua de mar.

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“No hay ninguna evidencia científica, y eso que se ha estudiado, que diga que tomar agua con pH8, o alcalina como lo llaman, tenga algún beneficio”, apuntó.

“Además, el pH del estómago es 2, es decir, es muy ácido. Entonces, si tú te tomas algo que tiene un pH8 y después llega a tu estómago que es sumamente ácido, es como que al final te estafaron”, mencionó.

Cabe señalar que el cuerpo humano tiene un pH neutro, por lo que al consumir alimentos, o si la sangre sube o baja el pH por algún motivo, existe un mecanismo que lo regula para que se mantenga neutro. “De lo contrario, nos morimos. Evolutivamente, por miles y miles de años el cuerpo se ha acostumbrado”, detalló.

Una vez explicado esto, y volviendo al tema del agua alcalina, la especialista sostuvo que tomar agua con otro pH no tiene por qué tener beneficios extra en el cuerpo humano. En ese sentido, mencionó que sencillamente se trata de una estrategia de marketing. “Como no es algo que esté prohibido o que sea tóxico, finalmente te venden agua con un pH un poco más alto”, ahondó.

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“La dieta alcalina es uno de estos mitos en que se cree que si comes alimentos que son más alcalinos tendrás beneficios y eso es falso, porque tenemos un sistema que se llama de amortiguadores, que hace que cuando hay cualquier desbalance en el pH sanguíneo, el cuerpo lo restablece al rango normal. Y todo lo que tú comes llega al estómago que tiene este pH ácido, entonces es imposible afectar al pH interno del cuerpo, porque el mismo cuerpo está hecho para responder y regular los niveles”, enfatizó.

“Siendo más técnico, el pH es la cantidad de protones que hay en la sangre. Entonces, entre más protones, más ácido será, y mientras menos, será más alcalino. Entonces, el riñón puede filtrar más, o menos, agua con protones para precisamente regular el pH en la sangre. Y la otra forma es la respiración, porque uno consume oxígeno pero expulsa CO2”, continuó.

“Las formas de regular el pH del cuerpo, que puede ser por una enfermedad que genere un desbalance y no por tomar algo, será por los amortiguadores, por la orina y por la respiración. Sería algo demasiado mágico (el agua alcalina) que pudiera romper con todas estas barreras que tiene el cuerpo para poder generar estos beneficios mágicos”, detalló.

“No lo encuentro tan lejano al caso de las cremas que tienen colágeno que también se enmarcan dentro de la pseudociencia, porque tienen publicaciones en revistas predatorias, en las que se paga para publicar experimentos que no tienen mucha validación de pares ni son rigurosas. Pero claro, para un público normal, está publicado en una revista”, puntualizó.

En la misma línea, la Doctora Gallardo mencionó el caso de la vacuna rusa que está en desarrollo para la covid-19.

“Antes de que salieran los resultados todos queríamos revisarlo, ver los gráficos, los controles, etc. Y ahora salió publicado en The Lancet, una revista muy buena que tiene un impacto muy alto, porque es muy seria la revisión, la ven muchos científicos, tienen claridad sobre que están bien hechos los experimentos y los pueden replicar”, expresó.

“En cambio, en las otras revistas aparecen estudios que no son malos, pero que les faltan controles y que metodológicamente no están tan correctos. Entonces muchas de estas cosas se agarran de esto y al final es más publicidad, porque el agua la venden más cara, así como estas cremas que finalmente no son mágicas”, cerró.

Quién también ha apuntado en contra de las dietas alcalinas es el Doctor en Biología Molecular Gabriel León, quien en conversación con The Clinic en 2017 indicó que se basan “en una observación que tiene 100 años, donde se veía que los tumores proliferaban en ambientes ácidos”.

“Esa información que quedó ha provocado que un montón de gente diga: ‘si le doy un ambiente alcalino al tumor, lo mato’. Sin considerar absolutamente nada de cómo funciona el cuerpo humano, ¡es absurdo!”, enfatizó.

“Si tú intentas cambiar el pH de la sangre tomando agua alcalina no va a pasar nada, a lo más va a cambiar el pH de la orina y eso ni siquiera queda en tu cuerpo. Es como esa vez que dijeron que comer carne daba cáncer, son errores comunicacionales que dan lugar a estos mitos”, remarcó.

Para este artículo BioBioChile se contactó con Nestlé y así conocer los eventuales beneficios del producto Nestlé Pure Life Alkaline pH8+, así como estudios que los demuestren. No obstante, hasta la publicación de esta nota no pudimos obtener una respuesta de la compañía.

Por su parte, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR) concluyó en 2010 que la teoría que sustenta a la dieta alcalina no cuenta con evidencia suficiente.

“Hay muchas afirmaciones sobre esta dieta, incluida la pérdida de peso, más energía y soluciones a otros problemas comunes, pero según la Asociación Dietética Estadounidense, ‘faltan ensayos clínicos grandes y bien diseñados sobre la eficacia de las muchas afirmaciones hechas para la dieta alcalina"”, indica la AICR.

“El pH de la orina se puede cambiar un poco con la dieta porque el riñón es clave para mantener el pH corporal adecuado. Algunos defensores de esta dieta recomiendan verificar el pH de la orina para ver si su dieta es alcalina o ácida. Tenga en cuenta que un aumento de ácido o alcalino en la orina refleja el hecho de que el riñón está haciendo su trabajo. Un cambio en el estado de la orina no indica un cambio en el ‘pH general del cuerpo"”, añade.