Si bien a muchos les afectó la salud mental en la pandemia, muchos otros comenzaron a presentar problemas en su vida sexual. De hecho, entre el 20 y 50% de las mujeres sufrirían de esta disfunción sexual.

Si hay algo que la pandemia afectó en nuestra vida diaria, fue la salud mental y sexual de las personas. Es por eso que sexólogos advierten un aumento de anorgasmia en mujeres en estos periodos de encierros y cuidados por el covid-19.

“La anorgasmia afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en las mujeres. En general, los estudios se mueven en cifras entre el 20 y el 50% de mujeres frente al 10% de hombres”, señala Laia Cadens, sexóloga de la aplicación Gleeden.

De acuerdo a la Clínica Mayo, la anorgasmia es la dificultad regular para alcanzar el orgasmo luego de una amplia estimulación sexual. Pese a que también afecta a los hombres, se ve una prevalencia en la población femenina.

Lee también...

“Alrededor del 95% de las anorgasmias obedecen a factores psicológicos”, explica Cadens, quien asegura que las causas más comunes son “la ansiedad o la depresión, pero también el estrés”.

También afirma que pueden afectar otros factores como “las creencias religiosas, la vergüenza, la dificultad de disfrutar del sexo en reacción a abusos sexuales, o a una falta de permisos de darse al placer”.

Esta incapacidad persistente de experimentar un orgasmo es una disfunción que, según afirmó la especialista, se puede ver condicionada y mantenida de forma autoimpuesta si quien la padece no consulta con un especialista.

¿Cuándo pedir ayuda?

El tratamiento de esta disfunción está dentro de la psicología clínica, con especialidad en sexología.

“La identificación de la anorgasmia como una disfunción sexual es el primer paso para darle solución. La visita a un especialista es el punto de partida y diseñar un tratamiento personalizado para poder tratar la anorgasmia es el camino correcto”, aconseja la doctora Cadens.

El procedimiento es personalizado ya que existen diferentes tipos de este desorden, dependientes de cuándo aparecieron. “Es primaria, si siempre ha existido esa incapacidad de lograr el orgasmo, o es secundaria, cuando se ha pasado de tenerlo a no poder experimentarlo”, señala.

Pero existen otras dos causas, apunta la especialista: La falta de comunicación entre la pareja, “ya que puede desembocar en una inadecuada estimulación sexual; y la personalidad, “que es un factor determinante en la vivencia del orgasmo”.

“También es importante señalar si (la anorgasmia) es de tipo parcial o total y eso se da en función de en qué contextos sexuales aparece. Hay anorgasmias que solo aparecen en las relaciones con parejas, pero no en masturbación, o al revés”, explica la doctora.

¿Sirven los juguetes sexuales?

De acuerdo a la sexóloga, la utilidad de los juguetes sexuales en estas situaciones tampoco es un puerto seguro.

Puede ser un arma de doble filo. Depende del buen uso que se le haga. Por una parte reportará mejores orgasmos, o los condicionará al juguete en cuestión como única vía de proporción de orgasmo”, indica.

Al respecto, Cadens afirma que se recomienda que el uso de estos juguetes sea sólo un complemento y no una necesidad, ya que su uso intensivo también podría generar un cuadro de anorgasmia.

Es por eso que señala que existen otros elementos para auxiliar en la búsqueda de placer sexual, como la “literatura erótica, geles, lubricantes, ideas de nuevos escenarios sexuales, etcétera”.