La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por ser neurodegenerativa, lo que significa que las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren. Es un proceso que empeora con el tiempo y no tiene cura.

En el caso de esta enfermedad, existen algunos signos que ayudarían a su detección temprana, como son el deterioro de la memoria, pérdida de habilidades de razonamiento, confusión de los lugares o el espacio-tiempo, cambios de humor o personalidad, e incluso, problemas de lenguaje, según explica Clínica Mayo.

No obstante, en el esfuerzo de una detección temprana de la enfermedad, un grupo de científicos de la Universidad de Toronto (Canadá), liderados por Sayeh Bayat, encontraron una relación entre los cambios en la conducción frente a síntomas iniciales del Alzheimer.

El estudio consideró a personas mayores de 65 años, quienes aceptaron ser vigilados mediante GPS mientras conducían. La idea de esta investigación fue develar si durante el proceso de manejo los adultos mayores presentaban algún síntoma en etapa inicial de la enfermedad.

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De acuerdo a datos recogidos por BBC Mundo, de los 139 involucrados en el estudio, la mitad tenía Alzheimer en etapa inicial, mientras que la otra mitad no.

Luego de un año en estudio, los resultados fueron concluyentes. Aquellos que tenían la enfermedad confirmada en etapa temprana, tuvieron comportamientos diferentes frente al volante como una conducción más lenta, cambios bruscos, no viajaban de noche y se apegaban a rutas ya conocidas.

“La forma en que las personas se mueven en su entorno cotidiano, desde los lugares que visitan hasta la forma en que conducen, puede decirnos mucho sobre su salud (…) Los rastreadores GPS instalados en los coches de los participantes revelaron con detalle estos movimientos y el momento en que se produjeron”, señaló Sayeh Bayat al medio antes citado.

Si bien la investigadora explica que son necesarios estudios más amplios para demostrar una relación definitiva, lo cierto es que “el hecho diferencial posible es que esta investigación podría suponer una forma barata de detectar esta condición en una etapa temprana y potencialmente apoyar el tratamiento”, indica BBC Mundo.

Según datos entregados por el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, algunos familiares notan cómo los adultos mayores pueden demorarse más tiempo de completar un viaje, conduciendo incluso de forma más errática.

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Para la Asociación del Alzheimer en Estados Unidos, “determinar cuándo una persona ya no puede conducir de forma segura exige una observación cuidadosa por parte de familiares y cuidadores”.

Sin embargo, esta enfermedad puede comenzar a afectar el cerebro hasta 20 años antes de que aparezcan los síntomas y en la actualidad existen muy pocos fármacos que ayuden a tratar la enfermedad en su etapa inicial.

“Los datos sobre la conducción u otros comportamientos, como los cambios en la forma de hablar, también podrían impulsar cambios en el estilo de vida que ayuden a mantener a raya el alzhéimer”, sostiene la profesional.

Por esta razón, aconseja que una buena medida es cuidar la salud cardíaca y mantener actividades sociales y que mentalmente los hagan estar más despierto ante lo que ocurre a su alrededor.