Las restricciones de movilidad ocasionadas por la pandemia del COVID-19 tuvieron un gran impacto en la actividad económica mundial. En Chile, la actividad económica disminuyó de manera importante en 2020, con una fuerte reducción de los ingresos, un aumento del desempleo y una mayor fragilidad financiera en los hogares (Borrescio-Higa y Valenzuela (2021), Borrescio-Higa, Droller y Valenzuela (2022)). Este contexto representó desafíos importantes para las empresas de menor tamaño que son el motor de un crecimiento inclusivo y de la creación de empleo.

Si bien las crisis traen costos, están también generan oportunidades. Estudios recientes que exploran los efectos de la pandemia en la innovación sugieren que las empresas familiares y las pequeñas empresas pudieron aprovechar nuevas oportunidades durante la pandemia, adaptando sus modelos de negocio y asumiendo nuevos riesgos para poder sobrevivir a la crisis.

Utilizando la encuesta “Impacto del COVID-19 en pequeñas empresas de Chile” aplicada a 2.042 clientes de los 62 Centros de Negocios de SERCOTEC, exploramos cómo los emprendimientos respondieron a través de la innovación a la pandemia. También analizamos el rol de los Centros de Negocios mitigando los efectos negativos de la crisis económica y sanitaria.

Los hallazgos reportados en nuestro estudio indican que la asistencia técnica proporcionada por los centros durante la pandemia promovió la adopción de innovaciones tales como ventas en línea, despacho a domicilio y la venta de nuevos productos y/o servicios. Dichas innovaciones jugaron un rol fundamental mitigando el efecto de la pandemia en el cierre de empresas, la disminución de las ventas y la destrucción de empleo.

Los hallazgos también sugieren que los efectos de la pandemia y los programas de asesoramiento fueron más pronunciados en las empresas familiares que en las no familiares. Es decir, las empresas familiares son más vulnerables a las crisis, pero a la vez más beneficiadas por la innovación.

A pesar de representar una inversión pública importante, los programas estatales de apoyo a emprendimientos han recibido poca atención dentro de la literatura de la innovación. La evaluación de estos programas es importante, ya que representan una inversión que influye en el marco de la toma de decisiones, generando aptitudes de aprendizaje y nuevos conocimientos que activan y dan una respuesta óptima a la incertidumbre. Considerando que la innovación consiste en implementar ideas, el conocimiento es la principal condición para la innovación.

La evidencia presentada en nuestro trabajo sugiere que el impacto de políticas públicas orientadas a asesorar a emprendedores es positivo, aumentando la resiliencia a las crisis a través de la adopción de innovaciones. Estos programas de asesoramiento a emprendedores funcionan como puentes, proporcionando recursos intangibles para desarrollar la creatividad y nuevas ideas cuando las empresas se vean obligadas a adaptarse.

Juan Acevedo, ESE Business School Universidad de los Andes; Iván Diaz-Molina, ESE Business School Universidad de los Andes; y Patricio Valenzuela, Instituto Milenio MIPP e Ingeniería Universidad de los Andes.

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