Durante el reciente 21 de mayo, las noticias que ya no sorprenden son los accidentes de tránsito y su triste saldo de víctimas fatales. Detrás de ello, una cifra que aún no resuena y debiera llevarnos a reflexionar sobre la conducción bajo los efectos de drogas: en los controles policiales junto a Senda, 15 conductores dieron positivo al narcotest.

Esta cifra es menor a los 36 casos registrados durante Semana Santa, cuando comenzó a ponerse en práctica esta nueva y tan necesaria herramienta de fiscalización. Pero, a poco más de un mes de su entrada en vigencia, aún es pronto para proyectar resultados.

De partida, la escasa cantidad de dispositivos disponibles para ejercer la fiscalización hace que estos controles sean difícilmente representativos de la realidad nacional. Hay apenas 17 dispositivos para un país de 17 millones de habitantes; dos de ellos en la región Metropolitana, donde está el 39% del parque automotriz.

Las cifras que hemos levantado a través del programa Drug Free Workplace (DFWP), si bien aplican al mundo del trabajo, nos dan una pista.

En nuestro sexto estudio nacional “¿Tu empresa da positivo?”, la presencia de consumo reciente de alcohol y drogas estupefacientes o psicotrópicos por rubro de actividad económica, nos entregó para el sector del Transporte un 21.1% de casos positivos, donde además, dentro de todos los rubros de actividad económica, este fue el sector donde se detectó el mayor consumo de cocaína.

Este análisis da cuenta de una realidad mucho más significativa y preocupante que lo que se pueda detectar con los actuales recursos destinados al control preventivo en calles y carreteras en fines de semana.

Lo importante es que ya existe capacidad de control y ahora es necesario no desviar la vista del objetivo principal, que son calles y carreteras más seguras en todo Chile.

Patricio Labatut
Gerente general de Global Partners

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