El 29° Juzgado Civil de Santiago condenó a un médico cirujano y a una clínica capitalina a pagar una millonaria indemnización a las hijas de una paciente que falleció por las complicaciones derivadas a un procedimiento de extracción de células madres.

El hecho ocurrió en 2014 cuando Nubia Tapia (71) vio por televisión un tratamiento alternativo que prometía quitar sus dolores provocados por la artrosis que sufría en una de sus rodillas. Al someterse a la intervención en la Clínica Cordillera, el médico Fernando Bascuñán realizó perforaciones en el cuerpo de la paciente para obtener células madres.

Estas perforaciones se realizaron específicamente en la cresta ilíaca de la pelvis, lo cual le provocó una fractura en la parte posterior del hueso. Tras esto, el procedimiento le provocó un desangramiento y posterior paro cardíaco que derivó en la muerte cerebral de Tapia. Ante esto, el médico fue formalizado en mayo de este año por cuasidelito de homicidio y quedó sin medidas cautelares.

En el fallo se estableció que existió una infracción de los demandados debido a que se realizó la intervención “sin tener en cuenta la edad de la paciente ni que sufría de osteoporosis, patología que dio origen a una fractura y hemorragia masiva que no fueron advertidas durante el procedimiento”.

De acuerdo al Servicio Médico Legal “se tiene por establecido que el facultativo le provocó una fractura en la pelvis y una hemorragia masiva, que no fueron advertidas durante el procedimiento, sino después de tres paros cardiorrespiratorios casi consecutivos”.

“Llama la atención del tribunal que el médico demandado, en cuanto ‘el tratante’, no hubiera adoptado medidas de prevención y alerta personales, antes, durante y después del acto quirúrgico, en la conciencia de que horadaría el hueso pélvico de una mujer de edad avanzada, que le notificó tener osteoporosis, vale decir, una disminución de la densidad de la masa ósea”, se agregó en el fallo.

Además, se mencionó que “se constata en la especie una transgresión clara de la lex artis, entendida como el acatamiento de los procedimientos médicos adecuados al diagnóstico y tratamiento de cada caso, toda vez que se identifican acciones y omisiones constitutivas de negligencias graves, tanto en el doctor Bascuñán como en la Clínica Cordillera, que están a la base del desenlace fatal producido”

De esta manera, el médico Fernando Bascuñán y el centro de salud Nueva Clínica Cordillera Prestaciones Hospitalarias S.A. deberán pagar una indemnización de $300 millones a las cuatro hijas de la víctima.