El ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Marcelo Albornoz, se quitó la vida luego de conocer que la Corte Suprema había abierto un proceso de remoción en su contra por faltas a la probidad. Desde el tribunal máximo del país pidieron “no especular” sobre las causas del suicidio, mientras que el abogado del juez aseguró que la investigación en su contra fue determinante.
El magistrado habría esperado a quedar solo en su domicilio, para subir a su habitación en el segundo piso de la vivienda y quitarse la vida de un disparo con su arma debidamente inscrita.
Así lo describió el fiscal regional subrogante de O’Higgins, Javier Von Bischoffshausen, quien apuntó que por ahora se desconoce si dejó una carta, aunque destacó que hay peritajes en desarrollo.
“Mientras no terminemos de tener el informe de la autopsia del Servicio Médico Legal, no podemos tener certeza sobre lo ocurrido. Pero en estos momentos sin dudas que la tesis más fuerte y evidente del lugar, es que se trataría de un suicidio producto de una pistola utilizada, que se encontraba a nombre de la víctima, lo cual ocurrió en su domicilio”, señaló el persecutor.
Tras conocerse la noticia, la Asociación Nacional de Magistrados expresó su pesar ante el sensible fallecimiento de su asociado.
“Esperamos que los procesos que se han vivido nos lleven a reflexionar, no solo sobre la necesidad de cambios, sino también a incorporar en ellos una perspectiva de proporcionalidad, humanidad y protección de derechos”, indicaron en una declaración pública.
Un emocionado vocero de la Corte Suprema, el ministro Lamberto Cisternas, no quiso especular sobre el motivo de la muerte del ministro Albornoz, y se limitó a expresar sus condolencias a su familia, descartando que el fallecido se haya comunicado con algún miembro del alto tribunal.
“El momento de la muerte no es el mejor momento para hacer especulaciones sobre otras relaciones o conexiones que uno pudiera efectuar, solo es el momento de lamentarlo”, enfatizó.
“Acabo de conversar con el presidente de la Corte y está en la misma situación de conmoción y lamentamos ciertamente lo ocurrido y expresamos a su familia nuestras condolencias”, agregó.
Gonzalo Linazasor, el abogado defensor del ministro Albornoz, manifestó que lo que ocurrió fue trágico e injusto. Agregó no tener dudas que la medida de la Corte Suprema lo llevó a tomar esta decisión y descartó que sufriera de algún trastorno mental.
“No cabe duda que fue la decisión judicial la que lo llevó a tomar esta medida tan trágica”, lamentó.
“Marcelo (Albornoz) tenía una salud mental, por lo menos en lo aparente, estupenda. Era sociable, amigable, era una persona encantadora”, recordó Linazasor.
Asimismo, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, dijo que es muy doloroso lo que ha ocurrido, asegurando no obstante que -aparentemente- es justificada la decisión de la Corte Suprema, puntualizando eso sí que aún no hay una sentencia.
“Los caminos de la conciencia humana son insondables y estos hechos nos hablan que al ser expuesto, al ser sancionado duramente como estaba caminando la Corte Suprema, hacen que las personas reaccionen de maneras insospechadas”, opinó.
El ministro Pedro Caro Romero, presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua, junto con lamentar la muerte de su colega, descartó haber tenido contacto con la víctima en los últimos días.
Mientras, el pleno del tribunal decretó duelo oficial por tres días en la región.
El escándalo en el Corte de Apelaciones de Rancagua comenzó el 22 de marzo cuando el pleno de la Corte Suprema suspendió al ministro Emilio Elgueta al enterarse que la Fiscalía de Rancagua iba a solicitar su formalización por enriquecimiento ilícito y prevaricación.
El tribunal máximo del país, el 4 de abril pasado, adoptó la misma medida para los ministros Marcelo Vásquez y Marcelo Albornoz.
Mientras tanto, se dejó en manos de la ministra de la Corte Suprema, Rosa María Maggi, el sumario administrativo que concluyó que los tres jueces cometieron graves faltas a la probidad.
Esta jueza, en su informe, pidió la apertura de un cuaderno de remoción y suspensión de cuatro meses con medio goce de sueldo para los tres magistrados.
En el caso de Albornoz se le sancionó por un solo cargo, por haber solicitado $1.500.000 al doctor Luis Arenas, mientras éste incumplía la prisión preventiva imputado por tráfico de estupefacientes.
El martes, cinco de los catorce ministros que integraron el pleno de la Corte Suprema, rechazaron abrir un cuaderno de remoción y estuvieron solo por suspender a Albornoz y Vásquez.
