Aún no ha sido oficialmente confirmado por el Vaticano, pero sería entre este fin de semana y el inicio de la próxima cuando llegue por segunda vez a Chile Jordi Bertomeu, sacerdote español que fue parte del informe Scicluna, en el mes de febrero. Trabajo que dio paso a una dura carta del Papa y a una reunión con los obispos chilenos.

La noticia fue publicada por el medio con sede en el Vaticano, Il Sismógrafo, el cual interpretó que esta visita es “el comienzo de las muchas decisiones que conduzcan a la curación, rehabilitación y reactivación de la iglesia chilena”.

Varios pretenden reunirse con Bertomeu, entre ellos los familiares de Ricardo Harex, alumno del Colegio Salesianos de Punta Arenas, desaparecido en 2001. Cabe recordar que el principal sospechoso del caso era el sacerdote Rimsky Rojas, quien se suicidó.

Ayer el Instituto Nacional de Derechos Humanos interpuso una querella por desaparición forzosa, según detalló el director regional de la instancia, Cristián Figueroa, quien precisó que la querella es contra quienes resulten responsables y que se espera que con este nuevo enfoque puedan tener mayores avances.

“Este tipo de casos reviste el carácter de desaparición forzada. Nosotros creemos que aquí hay diligencias que todavía no se han desarrollado. Y sí, creemos que va a tomar un matiz distinto al tomarlo desde la lógica de los derechos humanos y el concierto internacional, y desde las convenciones que Chile ha ratificado, creemos que es una nueva línea investigativa”, sentenció.

El papá de Ricardo, Sergio Harex, valoró la acción y dijo esperar reunirse con Bertomeu para abordar el caso. Además, aseguró que la información sobre su hijo la tiene el exobispo de Punta Arenas Tomás Gonzalez, apuntando derechamente al encubrimiento.

“Tengo muchas esperanzas, porque desde los derechos humanos se tiene más recursos, ellos interfieren cuando el Estado está comprometido (…) Después del suicidio, queda González, que yo sé que sabe qué es lo que pasó con mi hijo”, añadió.

Barros

La Agrupación de Fieles Cristianos de Osorno también espera conversar con el padre español. José Manuel Rosas dijo esperar una aclaración por parte del sacerdote, quien le dijo que confiaba en la inocencia del obispo Juan Barros.

“Me gustaría que él aclare varias cosas. Él mismo me dijo, de su propia boca, que él confiaba en la inocencia del obispo Barros. Entonces, ellos vinieron en una pedagogía de escucha, supuestamente, pero él ahí hace un juicio”, advirtió.

Visita no anunciada a obispos

En conversación con La Radio, el editor de la revista Reflexión y Liberación, que replicó la información de la visita de Bertomeu, Jaime Escobar, consideró que este podría ser el inicio de la segunda etapa de este proceso iniciado por el Papa, para colaborar en el proceso de renovación de nombres, que en su estimación irían desde los 7 a 10 obispos a quienes se les aceptará la renuncia.

“Al parecer viene con la nueva misión de escuchar, escuchar a aquellas personas, sean sacerdotes, religiosas, laicos, que prontamente tendrán un nuevo obispo. Va a venir a consultar para que prontamente a las vacantes lleguen obispos irreprochables”, dijo.

Una visita que no fue informada oficialmente a la Conferencia Episcopal chilena, y de la que tuvieron conocimiento de manera informal a través de estas publicaciones y consultas de la prensa, lo que muestra la poca injerencia que están teniendo en este proceso los obispos.

Hermanas del Buen Samaritano

Tras las disculpas ofrecidas por la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano, la exreligiosa Consuelo Gómez, quien acusó abusos de esa instancia, dijo que no sirven para nada, porque mienten, apuntando también al encubrimiento como conducta habitual en la Iglesia.

“Para mí no sirvió de nada porque es pura mentira lo que están diciendo, porque ellos sí supieron desde un principio, hipócritas. Espero simplemente que se sepa en todo el mundo ojalá lo que pasó y que la congregación y las personas que están involucradas en esto, caiga peso sobre ellos. Cómo sea el peso, la verdad me da igual”, lamentó.