Estados Unidos advirtió que el régimen de Corea del Norte será “totalmente destruido” si estalla una guerra, pero Rusia rechazó el llamado a cortar los lazos con Pyongyang y China eludió dialogar sobre un embargo petrolero.

Washington instó a adoptar duras acciones en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles, como respuesta al lanzamiento de un misil balístico intercontinental de Pyongyang.

“El dictador de Corea del Norte hizo una elección ayer que coloca al mundo más cerca de una guerra, no más lejos”, dijo la embajadora estadounidense, Nikki Haley, ante el Consejo.

“En caso de guerra, no se equivoquen: el régimen de Corea del Norte será totalmente destruido”, agregó.

Pero su llamado a las naciones a “cortar todos los lazos con Corea del Norte” fue rechazado el jueves por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, quien dijo que su país considera “negativa” esta propuesta.

“En varias ocasiones hemos subrayado que la presión de las sanciones se ha agotado y que las resoluciones que impusieron sanciones implicaban necesariamente retomar un proceso político y reanudar las negociaciones”, dijo Lavrov a la prensa.

“Las recientes acciones de Estados Unidos parecen haber sido dirigidas deliberadamente para provocar acciones bruscas de Pyongyang“, expresó Lavrov, citado por las agencias de prensa rusas, durante un viaje a Minsk.

Un paria internacional

El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó al líder norcoreano Kim Jong-Un como un “cachorro enfermo” y amenazó con nuevas sanciones, después de que Pyongyang probara el miércoles su tercer ICBM, que se cree es capaz de alcanzar cualquier punto de Estados Unidos.

Trump además arremetió este jueves en Twitter contra el emisario de China en Pyongyang, “quien recién regresó de Corea del Norte, (y) parece que no tuvo ningún impacto en el ‘hombre cohete"”..

El ensayo puso fin a dos meses sin pruebas de misiles norcoreanos, que despertaron las esperanzas de un inicio de conversaciones diplomáticas.

Kim dijo que el ensayo del sistema de misiles Hwasong-15 ha ayudado a su país a alcanzar la meta de convertirse en una potencia nuclear, lo que le valió una condena a nivel global.

La embajadora Haley dijo que Trump había hablado con el presidente chino, Xi Jinping, y lo había instado a cortar todo el suministro de petróleo a Corea del Norte, medida que asestaría un golpe devastador a la economía norcoreana.

El secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, reiteró este jueves el llamado. “Pienso que los chinos ya han hecho mucho, pero también pensamos que pueden hacer más con el petróleo. Realmente les pedimos que corten más el suministro de petróleo”, dijo en Washington.

“Fue el arma más eficaz la última vez que los norcoreanos se sentaron a la mesa de negociaciones”, añadió.

Estados Unidos ya presionó el embargo petróleo a los norcoreanos después de que probara en septiembre su más poderosa bomba nuclear hasta esa fecha, pero retiró esta demanda en las negociaciones con China.

“Hay que manejar esta situación”

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia a pedido de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur para analizar los próximos pasos después de que fracasaran tres rondas de sanciones aprobadas el año pasado para inducir a Corea del Norte a cambiar de curso.

Trump -quien ha intercambiado duras recriminaciones con Kim durante meses- pidió al presidente chino usar todos los medios disponibles para presionar a Pyongyang.

“Sanciones adicionales más fuertes serán impuestas hoy a Corea del Norte. Esta situación tiene que manejarse”, dijo Trump el miércoles en Twitter.

Pero el Ministerio de Relaciones Exteriores de China eludió las preguntas sobre el llamado estadounidense a un embargo petrolero, y su portavoz Geng Shuang se limitó a decir a los reporteros que Pekín acata las resoluciones de la ONU y respalda la desnuclearización de la península coreana.

Pekín ha apoyado una serie de sanciones que incluyen la prohibición de las importaciones de carbón, mineral de hierro y mariscos norcoreanos. La ONU también prohibió la contratación de trabajadores norcoreanos y limitó las exportaciones de productos refinados de petróleo.

Sin embargo, se ha negado a cerrar el oleoducto que envía crudo a Corea del Norte.

Pekín teme que la adopción de medidas más duras haga colapsar al régimen norcoreano, desencadene una crisis de refugiados en su frontera con el Norte y elimine una barrera estratégica que separa a China del ejército estadounidense en Corea del Sur.

Corea del Norte insiste que sus armas convencionales y nucleares buscan disuadir todo ataque en su contra.