El oficialismo surcoreano sufrió una maciza derrota en las parlamentarias, lo que provocó que el primer ministro, así como tres asistentes presidenciales, incluyendo al jefe de Gabinete, presentaran su renuncia.

La derrota de la formación gobernante en Corea del Sur, el Partido del Poder Popular (PPP), en las elecciones parlamentarias del miércoles abrieron la puerta a efectuar reformas en el Ejecutivo del conservador Yoon Suk-yeol, que ha quedado muy debilitado para los tres años que le restan de mandato.

El opositor y liberal Partido Democrático (PD) renovó su mayoría en el Parlamento sumando 175 escaños, 19 por encima del resultado cosechado en las legislativas de 2020, según datos facilitados hoy por la Comisión Electoral Nacional (NEC).

A su vez, el conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon sumó 108 de los 300 asientos que tiene la Asamblea Nacional (Parlamento), lo que supone 6 escaños menos que hace cuatro años.

El PPP acudió a los comicios pidiendo el voto para poder destrabar su agenda de reformas, bloqueada en gran parte por la mayoría que ya tenía la oposición en la Cámara.

Yoon Suk-yeol votando en un colegio electoral en Busan, Corea del Sur, el 5 de abril
Yoon Suk-yeol votando en un colegio electoral en Busan, Corea del Sur, el 5 de abril | EFE

Sin embargo, los votantes han castigado a la formación gobernante dando su apoyo al PD y a otros partidos que han denunciado al Ejecutivo de Yoon como “incompetente” y desconectado de los problemas económicos que encaran a diario muchos surcoreanos.

Al mal resultado de los conservadores se une el hecho de que el Partido para la Reconstrucción de Corea (PRC), del exministro de Justicia Cho Kuk, obtuvo 12 parlamentarios.

El PRC, tercera fuerza más votada, ha hecho campaña bajo el lema “Tres años es demasiado tiempo” con la promesa de buscar la destitución de Yoon antes de que expire su mandato en 2027.

La alianza que se prevé entre Cho y el PD estaría en escaños por encima de los 181 que sumó el bloque opositor en 2020.

Sin embargo, pese a la clara victoria del PD y sus aliados, la mayoría parlamentaria queda por debajo de los dos tercios, que habría permitido circunvalar los vetos presidenciales -de los que Yoon ha echado mano en nueve ocasiones en dos años- e incluso aprobar una hipotética destitución del jefe de Estado que iría después al Constitucional para ser deliberada.

En cualquier caso, el gobernante PPP queda más debilitado en la Cámara que en el primer tramo de Gobierno de Yoon, que se convierte así en el primer presidente de la democracia surcoreana en no contar con el control de la Asamblea Nacional en ningún momento de su mandato, el cual no permite presentarse a la reelección.

Tras conocerse los resultados, los anuncios de dimisión en el partido oficialista y en el Gobierno para asumir responsabilidades por la debacle no se han hecho esperar.

El primer ministro, Han Duck-soo, ofreció dimitir, al igual que lo han hecho otros tres asistentes presidenciales, incluyendo al jefe de Gabinete, Lee Kwan-seop.

“Voy a aceptar con humildad la voluntad de la gente mostrada en las elecciones generales y me voy a esforzar por reformar mi administración, estabilizar la economía y mejorar la calidad de vida de la gente”, dijo Yoon citado hoy precisamente por Lee, que aseguró que el Ejecutivo va a “reflexionar” sobre la derrota y sus causas y “realizará futuros anuncios”.

A la espera de que Yoon acepte o no estas dimisiones y posiblemente anuncie cambios en su Gobierno el propio líder del PPP, Han Dong-hoon, una figura muy cercana al presidente, también dimitió hoy tras decir que asume “por completo la responsabilidad” de los malos resultados en las legislativas.