La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pronunció un discurso el lunes en Los Ángeles durante una escala en Estados Unidos rumbo a América Latina, provocando la furia de China.

Durante el discurso en la biblioteca Ronald Reagan, Tsai defendió los valores democráticos, a pesar de las exigencias que Pekín transmitió a Washington a finales de julio para evitar la escala en Estados Unidos de la mandataria taiwanesa, de camino a Paraguay.

“Queremos promover juntos la estabilidad regional y la paz en el respeto de los intereses nacionales, la libertad y la democracia”, declaró Tsai

El gobierno de Pekín considera a Taiwán parte de su territorio, aunque la isla tiene un gobierno independiente por un régimen rival desde 1949. Sin embargo, la China comunista se niega a reconocer su soberanía y prohíbe a sus socios mantener relaciones diplomáticas con Taipei, en nombre del principio de “una sola China”.

Estados Unidos mantiene no obstante una relación ambigua con Taiwán: reconocen a la China popular desde 1979 pero conservan relaciones comerciales con la isla y les vende armamento, algo que irrita a las autoridades de Pekín.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha provocado varias veces el enfado de Pekín por sus gestos hacia Taiwán.

Poco después de su elección a finales de 2016, Trump aceptó una llamada de Tsai Ing-wen, y este año aprobó la “Ley de Viajes de Taiwán”, en la que alienta a los funcionarios estadounidenses a visitar la isla para conocer a sus homólogos.

Preguntado por la AFP, el departamento chino a cargo de Taiwán reiteró el martes su oposición a cualquier intento de promover la independencia de la isla.

Taiwan es una parte inalienable de China. Nos oponemos firmemente a cualquier intento de crear ‘dos Chinas’, ‘una China, un Taiwán’ y la ‘independencia de Taiwán’ en la escena internacional”, dijo el departamento chino a cargo de Taiwán en un comunicado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo en un comunicado que realizó una protesta directamente ante Washington. También hizo hincapié en su “fuerte oposición” al tránsito de líderes taiwaneses por Estados Unidos y los países que tienen relaciones diplomáticas con China.

La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, aseguró que el discurso no implicaba ningún cambio en la posición oficial del país sobre el asunto.

“Nuestra política sobre Taiwán no ha cambiado”, dijo. “Estados Unidos permite de vez en cuando que los representantes taiwaneses hagan escala en Estados Unidos”.

“Esto se lleva a cabo considerando en gran parte la seguridad y la comodidad de los viajeros y es coherente con nuestra política de una sola China“, agregó.

Desde la llegada en 2016 al poder de Tsai Ing-wen, que se niega a reconocer el principio de una sola China, Pekín ha intensificado su presión económica, militar y diplomática sobre la isla.