Cada movimiento de la pareja presidencial en la Casa Blanca es seguido de cerca por el mundo, tratándose de la última navidad de los Trump en el poder estadounidense.

El regalo decembrino para sus detractores, fue la confirmación desde el Colegio Electoral del triunfo de Joe Biden en las elecciones de noviembre pasado.

Todo está cambiado para el mandatario y su esposa, e incluso para sus hijos, quienes tienen un pie afuera del imperio político, aunque el económico les sigue esperando, por obvias razones.

Mientras llega el momento de desalojar el lujo blanquecino, escenario del poder político estadounidense, la fotografía navideña se sumó al cotilleo que rodea a la pareja en esta época.

Medios internacionales, entre estos El Español, se han dado a la tarea de analizar, con ayuda de expertos, el significado de la instantánea que Trump y su esposa Melania ofrecieron. FLOTUS es la encargada de facilitar todo el material de análisis a través de su outfit.

Según el citado medio, Melania optó por usar un esmoquin, de Dior, con el que hace sombra a su marido presidente y le manda un mensaje de liberación femenina, tal como lo hizo Yves Saint Laurent en la década de los sesenta, al ofrecer este símbolo masculino como una pieza que gritara igualdad desde el guardarropa femenino.

“Es bastante paradójico que la prenda que más y mejor ha liberado a la mujer a lo largo de la historia de la moda haya sido una que, por definición, es masculina. Yves Saint Laurent se dio cuenta de que el camino más directo para cambiar el curso de la estética femenina de la época –encorsetada, superficial y, en ocasiones, sumisa– era invertir los términos, darle la vuelta a todo y casi involucionar en materia de género”, según la redactora de la revista Vogue, Cecilia Casero.

A la aún primera dama de los Estados Unidos de América, se le observa imponente, al lado de su esposo y con una sonrisa medio socarrona, pese al momento que viven los Trump.

Alta, como la costura que sabe lucir, su silueta recuerda su pasado como modelo, pero su presente como una mujer importante que manda mensajes, sea cual sea su pose.

El outfit “enfadado” contra Trump

Tras la publicación realizada desde la cuenta de Instagram de la primera dama estadounidense, hubo variedad de reacciones, desde la adulación a la pareja presidencial, hasta las críticas, que no se enfocaron mayoritariamente en el outfit de Melania, sino en su pasado como actriz y modelo.

Y es que la labor de analizar su vestimenta ha estado a cargo de un ojo más especializado en territorio norteamericano: la prensa, que sabe lo que significa cuando Melania está usando traje de pantalón.

Fue la reportera de CNN, Kate Bennett, la que estableció la teoría de que FLOTUS usa ese atuendo cuando está enfadada con el presidente. De hecho, la aseveración fue publicada en la biografía no autorizada Free Melania, en la que hay un apartado especial para analizar lo que quiere decirnos Melania a través de los conjuntos que utiliza.

Bennett asegura que al mandatario le gustan las mujeres “femeninas” con “vestidos ajustados, cortos y sexys” y que, cuando su esposa no los está usando, es una clara señal de afrenta contra su marido, quien tuvo que hacerla enojar como para llevar puesto un esmoquin o traje de pantalón.

El mundo de Melania se mueve, a juzgar por los hechos, en uno lleno de mensajes a través de sus atuendos.

Cuando no está proyectando glamour, como la esposa de un presidente y además magnate estadounidense, lo hace contra la prensa.

Es lo que, según su mediático esposo en Twitter, la hizo vestir una chaqueta con el escrito “Really don’t care. ¿Do U?”(“Realmente no me importa, ¿y a ti?”).

Ocurrió cuando visitaba un centro de detención para menores en MacAllen, Texas y los medios estallaron en análisis de si se trataba de su desinterés por la reunificación familiar de los inmigrantes o era contra su polémico marido, quien ha sido blanco de críticas internacionales por encerrar y separar a infantes de sus padres indocumentados.

Según los asesores de Melania, fue ella quien escogió la pieza de Zara. Otros se encargaron de filtrar a los medios que FLOTUS siempre ha estado a favor de la reunificación de familias inmigrantes.

Melania con polémica chaqueta
Reuters / El Español

Los mensajes corporales de los Trump

A lo largo de sus apariciones públicas como matrimonio presidencial, los Trump se han encargado de ofrecer varias escenas de lo que sugiere ser una relación complicada, que se extiende desde las paredes de la Casa Blanca, a los eventos a los que deben asistir juntos.

Una de las escenas más icónicas llegó al inicio del mandato de su esposo. Vaticinó, desde entonces, el complicado camino por recorrer, lo que tendría a las cámaras pendientes de cada gesto, de cada movimiento de ambos.

En esa ocasión (enero de 2017), cuando el orador hace referencia a la nueva primera dama, en el acto de asunción de poder, Trump se vuelve hacia ella, quien le sonríe de forma cordial. No obstante, cuando su marido se incorpora y deja de verla, Melania encoge su boca. Traslada la mueca a una de mucho pesar, algo que fue catalogado como perturbador a nivel internacional.

Desde el inicio de la investidura presidencial, las imágenes captadas sugerían desagravio y falta de cordialidad entre los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.

Trump siempre se adelantó a su esposa, quien quedó relegada sin ninguna muestra de caballerosidad o de importancia desde su esposo.

Fue el antecesor presidente, Barack Obama, como percatado del evidente desaire, quien ofreció gestos de calidez para la nueva primera dama.

“Don’t touch me, Donald”

Melania se encargó en el resto del mandato presidencial de hacerle ver a la prensa las ocasiones en que no estaba dispuesta a darle la mano a su esposo.

Medios como The Independent, se han dado a la tarea de hacer compilaciones al respecto.

La selección incluye las veces que la pareja se ha bajado de un avión (incluso en compañía de su hijo), van camino al helicóptero presidencial, e incluso han estado en algún acto electoral, como los recientes debates en los que su esposo debió participar en su fallida intención por ser reelecto.

La primera dama dejó más que en evidencia su animadversión a que su esposo la tome de la mano.

Los viajes oficiales son otro de los escenarios en los que FLOTUS no se ha reservado el derecho de otorgar escenas de rechazo a su esposo.

Aquí, una edición de los momentos más comentados a nivel internacional.