Han pasado 4 años desde que Ivanka Trump, la hija favorita del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está instalada en la Casa Blanca como la “hija Primera Dama”, oficiando por sobre Melania el papel que había dejado Michelle Obama.

Con la derrota de su padre, Ivanka se aproxima a su salida de Whashington D.C., pero la pregunta que tiene en vela a muchos es qué hará ahora: ¿volverá a su vida de lujos en el negocio inmobiliario de su padre, la empresa de moda que la hizo aún más millonaria o comenzará una carrera política con el “capital ganado” durante la administración Trump?.

Sin embargo, de la chica modelo que era querida por su círculo más privilegiado en Nueva York, queda muy poco y ahora estaría luchando por reinventarse, en un momento que opciones no le faltan.

Los privilegiados puestos en el gobierno

En cuanto su padre asumió el cargo, Ivanka junto a su marido y su hijo se trasladaron a la capital americana, instalándose en una lujosa propiedad que curiosamente, pertenece a Andrónico Luksic, uno de los hombres más millonarios de nuestro país.

La recepción en la ciudad no fue cálida, considerando que Trump sólo obtuvo el 4% de la votación, sin embargo, logró hacerse notar en la presidencia, pese a los constantes bloqueos de Melania, su madrastra.

El matrimonio dejó su vida social en Manhattan para adentrarse en el mundo de los funcionarios públicos. Ella se transformó en la asesora directa de su padre, con oficina en la Casa Blanca y cerrando su empresa en 2018, ante los cuestionamientos por su posición en el gobierno.

Su marido Jared Kushner, hijo del magnate inmobiliario de New Jersey, Charles Kushner, también trabajó para la administración Trump con una especial tarea. Pese a no tener experiencia diplomática, una carrera política o haber estado en alguna negociación internacional, su misión fue buscar un acuerdo de paz en Israel, destacó El País.

Pese a su carente experiencia, si tenía algo a favor, es muy cercano al actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y eso le valió el puesto de consejero presidencial para Oriente Próximo.

No ganaron el premio del apoderado del año

Sus primeros pasos, la inscripción de sus hijos en el colegio fue un revés que terminó recién hace unas semanas.

De acuerdo a The New York Times, la pareja matriculó a sus dos hijos mayores en el colegio privado Milton Gottesman Jewish Day School, creando una acalorada división en los padres del establecimiento.

Mientras algunos presionaron para que no les permitieran el acceso al colegio, otros apoderados abogaron por la tolerancia, señalando que los niños no tenían que pagar los “pecados” de su abuelo… y lo lograron, instalaron a sus niños en la escuela que deseaban.

Sin embargo, la experiencia no fue agradable, ya que la pareja incumplió reiteradamente las normas de convivencia del colegio, que implican que las disrupciones de los equipos de seguridad se reduzcan al mínimo, lo que se ve reflejado en acciones como ocupar las primeras dos filas en los eventos escolares, para ellos y su equipo de seguridad, manteniéndose de pie para saludar a los simpatizantes del colegio, molestando a los demás padres.

La situación llegó a un punto extremo con la hospitalización del presidente Donald Trump contagiado de covid-19, según consigna el periódico norteamericano. Mientras esto ocurría, los hijos de Ivanka continuaban asistiendo al colegio en forma presencial y sin usar mascarillas, lo que levantó la alerta que terminó con la pareja rehusándose a responder cuándo fue la última vez que los niños habían visto a su abuelo.

Finalmente, el 19 de octubre la familia decidió sacar a los niños del colegio e inscribirlos en otra escuela primaria judía, ubicada en Rockville, Maryland, un suburbio de Washington.

Ante la situación, el colegio continúo con su política de no referirse a sus alumnos, pero la portavoz de la Casa Blanca, Carolina Hurley, no dudó en declarar “Es vergonzoso que fuentes anónimas ataquen la decisión de una familia sobre lo que es mejor para sus hijos, en medio de una pandemia. Como ocurre con todas las familias, las opciones escolares y la educación son decisiones profundamente personales y no le deben a nadie, especialmente a los chismes ociosos que buscan la atención de la prensa, una explicación”.

Nueva York, Florida… ¿donde nos reciban?

Vanity Fair destacaba en uno de sus artículos que la pareja volvería en gloria y majestad a Nueva York después de 8 años en el poder. Sin embargo, el sueño de ser la reina y el rey de la “Gran Manzana” se aguó tras la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

De acuerdo a lo que declara el medio de Condé Nast la pareja goza de una reputación alicaída tras su paso por el mandato de Trump, indicando que sólo una pequeña parte de la ciudad espera su regreso y más bien, “Cualquiera con un mínimo de respeto por sí mismo, una carrera, valores, respeto por la democracia, o quien no quiera que sus amigos los juzguen en público y en privado se quedará al margen”.

La periodista Lysandra Ohrstrom, una de las mejores amigas de la infancia de Ivanka lanzó su carta de rechazo a través de Vanity Fair con un incendiario artículo sobre su relación.

Las ex amigas se conocieron en Chapin, el colegio de elite para mujeres, ubicado en el Upper East Side, donde eran inseparables, viajaron por el mundo, se tiñeron el pelo juntas e incluso, posaron para la revista Sassy e incluso, Ohstrom fue su dama de honor en el matrimonio de esta.

En el texto, la periodista rememoró diversas anécdotas con Ivanka que la retratan como una “niña rica privilegiada que creció lista para apoyar las políticas que perjudican a minorías pobres” consignó S Moda.

Un ejemplo de esto es cuando Ivanka la cuestionó por la recomendación del libro Empire Galls, donde Richard Russo, el ganador del Pulitzer, contó sobre trabajadores en una pequeña ciudad de Maine. Según menciona la hija de Trump habría respondido “¿Por qué me recomiendas un libro sobre jodidos pobres?” añadiendo “¿Qué parte de ti cree que podría interesarme esa historia?”.

A esta situación añade “Desde 2007, llevo un collar con mi nombre escrito en árabe e Ivanka se irritaba cada vez más. A veces, ella decía al azar: Odio esa cosa”. Entonces, una noche en medio de la cena, miró el collar y dijo: “¿Cómo se siente tu novio judío cuando estás teniendo sexo y ese collar lo golpea en la cara? ¿Cómo puedes ponerte esa cosa? Simplemente grita, ‘terrorista"”, dejando entrever ciertas actitudes racistas de la ex empresaria.

Lysandra lamenta que Ivanka se haya preparado para ser una empresaria muy distinta de su padre, construyendo una marca propia de empoderamiento femenino que terminó el día que se fue a Washington y comenzó a rodearse de republicanos.

Para finalizar el ensayo le desea lo mejor, en Florida, escribiendo “Espero que Ivanka encuentre un aterrizaje suave en Palm Beach, y viva donde la supremacía blanca es de rigor y la mayoría de las fechorías se perdonan si tienes suficiente dinero”.

Y al parecer este sería el destino de la pareja, puesto que pese a haber estado haciendo arreglos en su hogar de Nueva York, compraron un terreno en la exclusiva zona de Indian Creek, en Miami, que era propiedad del cantante Julio Iglesias, informó ABC.

La isla, que sólo posee 90 habitantes, es denominada “el bunker de los millonarios” por su privacidad y difícil acceso. La pareja habría privilegiado esta zona por sobre Nueva York para huir de la prensa y estar cerca de su padre, quien se retiraría a vivir en su propiedad de Club Mar-a-Lago, zona ubicada en la cercanías.

¿Un futuro político?

Dejar su beta de empresaria y comenzar a construir un capital político fue uno de los objetivos de Ivanka y su marido al ingresar al mundo de Washington.

La favorita de Trump incluso fue propuesta por él para que le acompañara en la papeleta como vicepresidenta, lo que se descartó, pese a la insistencia del actual presidente de Estados Unidos, consignó El País.

Sin embargo, un futuro en la política sería complejo para la socialité. Según destaca CNN, la “primera hija” espera maximizar su capital político en el lugar que escoja para vivir desde enero, con una candidatura o una influencia más tenue que su padre en los círculos republicanos.

Su padre la quiere ver como presidenta, según mencionó en un mitin a finales de agosto en New Hampshire, pero la próxima elección sería complejo si Trump decide volver a postularse para la Casa Blanca.

Pero si de opciones se trata, Ivanka tiene muchas, ya sea en política o reviviendo su marca de moda y joyería, como la estrella de un programa de televisión o continuar en el negocio inmobiliario del que su marido también es parte. Cuáles serán sus próximos pasos, sólo lo sabremos a partir de enero.