Sin duda una de las herramientas más útiles de nuestros teléfonos inteligentes es el mapa, los que usan sistemas de navegación GPS para orientarnos prácticamente en cualquier lugar y hora.

Bueno, el desplazamiento de uno de los polos de nuestro planeta está poniendo en aprietos a esa funcionalidad, ya que está cambiando de lugar rápidamente, de Canadá a Rusia.

La Tierra tiene tres polos en su parte superior: el geográfico, el geomagnético y el magnético. Este último, descubierto en 1830, es el que está dando que hablar.

De acuerdo a la BBC, en la década de 1990 comenzó a moverse hacia latitudes más altas. Tanto, que en 2017 cruzó la Línea Internacional de Cambio de Fecha.

Pero con el tiempo siguió su marcha y en 2019 el Servicio Geológico Británico y el Centro Nacional de Datos Geofísicos de Estados Unidos tuvieron que actualizar el modelo magnético mundial, la representación de este campo en aparatos electrónicos con los cuales se puede conocer la ubicación al instante.

De no haberlo hecho, por ejemplo, el mapa no mostraría efectivamente la ubicación de una persona y de avanzar más todavía podría causar aún más problemas en términos de geolocalización.

Flujos

La razón del fenómeno fue explicada por científicos de la Universidad de Leeds en Inglaterra, quienes publicaron sus hallazgos en la revista Nature Geoscience.

En concreto, desde el plantel explicaron que el desplazamiento ocurre debido a la “competencia” entre dos masas magnéticas en el núcleo externo del planeta, zona en la cual se desarrolla de momento un cambio de flujo en el material derretido en el interior del globo.

“Este cambio en el patrón de flujos ha debilitado la parte debajo de Canadá y ha aumentado ligeramente la fuerza del parche debajo de Siberia”, explicó el doctor Phil Livermore a la cadena londinense.

“Es por eso que el Polo Norte ha dejado su posición histórica sobre el Ártico canadiense y ha cruzado la Línea Internacional de Cambio de Fecha. El norte de Rusia está ganando el ‘tira y afloja"”, añadió el especialista.

De acuerdo a sus estimaciones, el avance del polo en cuestión continuará en los próximos años, pero si se ralentizará o si retrocederá sigue siendo un misterio.

No obstante, hasta el momento, han sido capaces de calcular que el cambio de ubicación ha recorrido entre 50 a 60 kilómetros por año.