Este cometa se acercará a la Tierra durante los próximos días y no volverá hasta 50.000 años después de esta visita.

Durante los próximos días, el cometa verde C/2022 E3 (ZTF) se acercará a la Tierra después de 50.000 años desde su última visita. Para ese entonces los neandertales habitaban el planeta, lo que lo convierte en el objeto con el periodo más largo hasta ahora descubierto.

C/2022 E3 (ZTF) observado por primera vez a principios de marzo de 2022, estuvo en su punto más cercano al Sol el 12 de enero, donde fue posible observarlo con telescopios desde el Hemisferio Norte e incluso se ha visto a simple vista en algunos países.

Sin embargo, mientras va dando la vuelta al Sistema Solar será posible verlo desde el Hemisferio Sur, pero ¿se verá a simple vista o se necesita equipo de apoyo para observarlo?

César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile e Investigador del Centro de Astrofísica CATA, explica este fenómeno. “El cometa no va a ser visible a simple vista desde Chile. Después de la primera semana de febrero recién va a estar sobre el horizonte en algún momento cercano a la medianoche. Eso se irá acrecentando y va a estar cada vez más hacia el sur, pero mirando hacia el norte a medida que pasen los días”, detalla.

Esto se debe a que su brillo será demasiado bajo para ser visto sin una ayuda óptica, explica el experto, por lo que lo ideal es observarlo en su peak, entre la primera y segunda semana de febrero. “Va a ser necesario usar binoculares o un telescopio y va a ser cada vez más difícil de observar porque se va alejando de la Tierra y del Sol“.

Un cometa que visitó el Sistema Solar hace 50.000 años

Ante este descubrimiento y su paso por el sistema Solar, muchos se preguntaron cómo puede un cometa irse tan lejos y volver, o cómo es que podemos tener la certeza de que estuvo cerca en la época de los neandertales, cuando aún no existían en la Tierra instrumentos para detectarlo.

Según detalla el experto, esto se debe a la fuerza gravitacional del Sol, puesto que allí es donde se forman objetos como este, al igual que planetas y asteroides. Sin embargo, hay factores que podrían enviarlos bastante lejos.

“Al surgir alguna interacción gravitacional con un planeta como Júpiter -por ejemplo- pueden ser o eyectados; o chocar con otro planeta o el Sol mismo; o quedar con estas órbitas bastante más elípticas, que los puede llevar muy lejos en el Sistema Solar, con periodos bien largos“, explica.

Su trayectoria además, no es tan compleja de dilucidar, puesto que es posible determinarla con solo un par de observaciones. “Uno puede resolver la trayectoria o la órbita de los objetos en el Sistema Solar sabiendo que la fuerza bajo la cual están ligados es la fuerza gravitacional del Sol y eso permite, teniendo algunas observaciones, tener más certezas sobre las trayectorias”, asegura Fuentes.

Asimismo, a partir de las observaciones también se puede confirmar su color, que tiene que ver con los gases que emite o suelta a su paso. “Hay hielos que al estar cerca del sol se subliman y escapan, para transformarse de sólido a gaseoso y al hacerlo levantan material que está en la superficie del cometa”, señala.

“Esto lo hacen en el vacío del espacio y ahí es factible que se formen moléculas que tienen poco tiempo de vida. En este caso una molécula que coincide con las características de esta fluorescencia verde, que al estar bajo la luz ultravioleta se excita y al decaer lo hace con esta luz verde“, agrega.

¿Es peligroso el cometa verde que pasará cerca de la Tierra?

El experto asegura que este encuentro con C/2022 E3 (ZTF) en el Sistema Solar no significa un peligro para el planeta, puesto que las probabilidades de un impacto son mínimas.

“La mayoría de los objetos que terminan chocando con la Tierra son aquellos que tienen órbitas cercanas, que son alrededor de un año y de los cuales uno tiene mucho tiempo para predecir donde van a estar, a 10, 20, o 50 años”, detalla.

Como estis objetos orbitan más lejos, es mucho más difícil predecir o conocerlos con más antelación, explica el astrónomo. “En ese sentido claro, son mucho más peligrosos si es que aparecen, pero son muchísimo menos probable que caigan a la Tierra“, puntualiza.

“Los que han caído han estado cercanos a la Tierra, pero que venga uno de lejos y caiga directamente sobre nosotros es una cosa muy muy muy difícil”, concluye.