El James Webb confirmó por primera vez la existencia de un exoplaneta a 41 años luz de distancia, que además es similar a la Tierra.

La NASA confirmó el primer hallazgo de un exoplaneta de parte del Telescopio Espacial James Webb (JWST), que fue lanzado al espacio a finales de 2021 y ha revelado impresionantes imágenes del llamado “universo profundo”.

Ahora, el James Webb observó un objetivo que los astrónomos sospechaban como posible exoplaneta y finalmente confirmó el hallazgo, siendo esta la primera vez que el telescopio identifica la existencia de un planeta externo al Sistema Solar.

El cuerpo celeste fue llamado LHS 475 b y al momento los científicos calculan que su tamaño es casi exactamente el de la Tierra, alcanzando un 99% de su diámetro. Además, también determinaron que sería un planeta rocoso, igual que el nuestro.

Durante la investigación, dirigida por Kevin Stevenson y Jacob Lustig-Yaeger, ambos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland; el JWST captó “fácil y claramente con solo dos observaciones de tránsito”, dice el comunicado de la NASA.

El James Webb confirmó por primera vez la existencia de un exoplaneta

“No hay duda de que el planeta está ahí. Los datos prístinos de Webb lo validan”, explicó Lustig-Yaeger. “El hecho de que también sea un planeta pequeño y rocoso es impresionante para el observatorio”, agregó Stevenson.

Lo que queda ahora, señalan los expertos, sería identificar la atmósfera de LHS 475 b -si es que la tiene- y observar de qué estaría compuesta, tarea que el James Webb ha superado con éxito en otros planetas ya descubiertos.

“El telescopio es tan sensible que puede detectar fácilmente una variedad de moléculas, pero aún no podemos sacar conclusiones definitivas sobre la atmósfera del planeta”, dice la agencia espacial.

Las primeras observaciones del Webb, también revelaron que la temperatura allá es unos cientos de grados más alta que en la Tierra y que su órbita a diferencia de la nuestra, se completa en solo 2 días.

Esto último, porque LHS 475 b está más cerca de su estrella que cualquier otro planeta de nuestro Sistema Solar. Aquello podría ser destructivo si fuera una estrella como el Sol, pero al ser una enana roja, la temperatura es más baja, por lo que sí podría tener atmósfera.