Una sorpresiva revelación sobre su padre hizo este fin de semana Ángel Parra Orrego, hijo del cantautor Ángel Parra y, a su vez, nieto de la célebre Violeta Parra.

En el marco de la promoción de su último disco, Travesuras Vol. 1, el cual está dedicado a su madre (Marta Orrego), el guitarrista recordó en diálogo con el diario La Tercera un desconocido dato alrededor del arresto político del que fue víctima su progenitor por parte de fuerzas militares el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe de estado.

Luis Ángel Cereceda Parra, verdadero nombre del ícono de la Nueva Canción Chilena (reconocido partidario de Salvador Allende), fue llevado primero al Estadio Nacional (donde estuvo casi dos meses) y luego al campo de prisioneros de Chacabuco, en las oficinas salitreras cercanas a Antofagasta.

En ese contexto, Marta Orrego, esposa del detenido y madre del exguitarrista de Los Tres, tuvo un rol clave en la posterior liberación del músico. “Mi mamá estaba en un acto de desesperación. Y ante el hecho de que no soltaban a mi papá, tuvo que recurrir a sus parientes cercanos, para a través de ellos llegar a la persona indicada”, recordó Ángel.

Orrego, hija de la aristócrata Marta Matte Larraín, pertenecía a una de las familias más poderosas de Chile. Así, y a pesar de haber sido una colaboradora activa de la Unidad Popular, hizo las gestiones necesarias para contactar a un estrecho amigo de la familia: Jaime Guzmán, abogado gremialista y colaborador del régimen.

“Mi mamá tuvo que ir a alguna parte a pedir ayuda y finalmente Jaime Guzmán permitió que ocurriera eso, que mi padre saliera del centro de detención. Pero fue un acto desesperado, porque no lo soltaban nunca y no había ninguna razón para que estuviera preso. Por eso es interesante la imagen de mi madre, porque hizo muchas cosas que son claves para que mi papá salvara su pellejo”, recordó su hijo.

“La persona que le salvó la vida a mi padre fue Jaime Guzmán”, sostiene el guitarrista. De acuerdo a su relato, el hecho se concretó tras una cita hasta ahora desconocida entre su madre y Guzmán, gestionada por su cuñada Ester Alessandri.

Tras dicha conversación, Ángel Parra fue liberado de Chacabuco en marzo de 1974. Y tras su salida del campo de prisioneros, el cantautor le hizo llegar a Guzmán un Cristo de madera que había fabricado durante su encierro.

La figura estaba acompañada de una carta fechada el 8 de marzo de 1974, a la cual La Tercera tuvo acceso. En ella se lee: “Jaime: este Cristo nació en Chacabuco de entre mis manos, forma parte de mi historia que es la historia de miles, en definitiva historia de la patria. Recíbelo. Gracias por Marta y tu ayuda. Ángel Parra”.