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La abogada penalista Carla Retamal Pacheco se trasladó a Alto Hospicio en 2013 por motivos laborales, donde trabajó en casos de violencia intrafamiliar y fue funcionaria de la Fiscalía local. Esta experiencia en el Desierto de Atacama inspiró su primera novela, "Diablas", que relata la historia de Elena, una abogada enfrentando casos de violencia y narcotráfico en la comuna. Retamal destaca la precariedad del lugar y la naturalización de la violencia por parte de la población. Además, reflexiona sobre las limitaciones en la justicia para resolver estos casos, evidenciando la complejidad y las dificultades en el sistema legal. La autora critica la priorización de cifras y la falta de apoyo en los servicios públicos, afirmando que en Chile todo es cortoplacista. "Diablas" nace de experiencias reales y personajes creados a partir de encuentros vividos por la autora, revelando una mirada cruda y profunda sobre la realidad de la violencia intrafamiliar en el país.

Por razones laborales, la abogada penalista, Carla Retamal Pacheco, se debió trasladar a Alto Hospicio en el año 2013. Lejos de Santiago, a unos 1.800 kilómetros de la capital, Retamal trabajó en varios casos de violencia intrafamiliar.

Ahí mismo, durante un tiempo acotado, fue funcionaria de la Fiscalía de Alto Hospicio. En sus palabras, “eran muchos casos”, cuenta Retamal, sobre su experiencia que se extendió más de un año en pleno Desierto de Atacama.

“Es una comuna que partió a través de tomas y que se fue poblando”, recalca Carla Retamal. Precisamente este escenario, da pie a su primera novela, titulada Diablas, una historia que relata la vida de Elena, una abogada que llega a Alto Hospicio, para trabajar en sórdidos casos, donde la violencia y el narcotráfico campean.

Diablas está inspirado en lo que le tocó ver y oír a Retamal. Aunque tiene elementos de ficción, la realidad que narra se encuentra inspirada en situaciones que todavía ocurren.

“Había una precariedad en Alto Hospicio”, afirma la autora en conversación con BioBioChile.

“Todos los casos te iban dejando algo”, rememora la abogada. “Las personas empezaban a naturalizar la violencia y que el Estado estuviera un poquito aparte”.

Justicia en la medida de lo posible

Al respecto, Carla Retamal, reflexiona que en las causas de violencia intrafamiliar que tramitó, se percibe una actitud de rechazo, frente a los problemas que parecen no tener solución.

“A veces cuando tomas declaración, sabes que no hay mucho que se puede hacer. Después llevas a las personas a casas de acogida, pero también de manera súper acotada. Hay muchas mujeres que son consumidoras problemáticas y tú no las puedes mandar a una casa de acogida, por ejemplo, porque no tienen solucionado el tema del consumo, entonces te quedas de manos atadas”, revela.

Tomas de terreno en Alto Hospicio | Agencia Uno | Cristián Vivero

Por otra parte, la profesional expresa en los juicios, “podrías lograr una condena, en primera instancia -como sucede en un caso que yo escribo en el libro-, luego se va a revisión a la corte y tienes que hacer el juicio de nuevo, pero ya no tienes a la víctima para que declare. Entonces, por ejemplo, es muy difícil investigar los casos de delitos sexuales”.

“Es un poco duro constatar lo que en la realidad sucede, hay que conformarse con un poco menos de lo que esperas”, admite Retamal.

El libro inspirado en casos reales de violencia intrafamiliar

“Yo creo que Diablas muestra la dualidad que tienen todas las personas”, expresa la autora a BBCL.

“De algún modo, todos tenemos pecados y podemos en cualquier minuto pisar el palito”, agrega.

De la misma manera, la autora a través de la imagen de los basurales de ropa, conocidos a nivel mundial, desliza una crítica latente a la sociedad chilena.

“Este vertedero funciona como una metáfora de cómo Chile trata de esconder nuestros trapos sucios, pretendiendo que no existieran”, complementa.

Gran acopio de ropa usada en Alto Hospicio | Agencia Uno | Cristián Vivero

“En realidad, la marginalidad y la precariedad está inserta en lugares más cercanos de lo que creemos”, reflexiona la escritora.

Como abogada penalista, Retamal trabajó en Alto Hospicio y luego se desempeñó durante varios años en Santiago, en Centros de la Mujer, donde revisó causas de violencia intrafamiliar, además de colaborar en instituciones ligadas al Sename (ahora conocido como Mejor Niñez).

En ese sentido, la abogada es tajante en afirmar que “me di una vuelta por varios servicios públicos, tramitando este tipo de delitos violentos. Así fui constatando, que es bien poco lo que se puede hacer a través de las herramientas jurídicas”, indica.

Chile mirado desde una tabla excel

Desde su punto de vista y experiencia profesional, Retamal Pacheco resume que “igual las personas que están en el servicio público intentan hacer lo mejor, pero yo creo que llega un punto que cae mucho esto, en la medición de cifras”.

Es que para Carla Retamal, las jefaturas solamente les importa las cifras y la tabla excel. “En Chile todo es cortoplacista”, sintetiza.

No obstante, al observar el número con “frialdad”, la autora expresa que “tiene que haber una medición, pero eso va matando un poco la vocación, además no son trabajos bien remunerados”, puntualiza a la presente redacción.

En su opinión, Retamal cree que las jefaturas se encuentran representadas por perfiles de personas que se encuentran más preocupados por “la foto”. Un guion que los personajes de su libro conocen bastante bien.

De hecho, Diablas que primero era un cuento, pronto se transformó en una novela. “Me sorprendió como la escritura del libro fue fluyendo”. “Hay una experiencia sensorial, de tacto e imágenes provocados por el desierto”, rescata la autora.

“Todo lo que viví, se incrusta. Los lugares se alojan en ti”, agrega. Sumado a ello, Carla recalca que Iquique tiene “sus propios códigos”.

Sobre los personajes, Carla Retamal, afirma que son “inspiraciones mixtas, así como de personas con las que me he encontrado”.

“Uno va creando un personaje tomando ingredientes de distintas personas y los meten en una juguera”, concluye.