En un operativo digno de una película de acción, un polluelo de halcón peregrino albino, una especie que habita en la Patagonia, ha sobrevivido al tráfico de cuatro huevos repatriados a Chile desde Brasil, donde fue detenido y condenado el traficante que planeaba llevarlos a Dubái.

Un operativo internacional se activó a raíz de una denuncia anónima que llegó en octubre pasado al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) contra el irlandés Jeffrey Lendrum, un conocido traficante de animales en el hemisferio sur.

Lendrum fue detenido el 22 de octubre en un aeropuerto de Sao Paulo con los cuatro huevos en una incubadora y el 17 de diciembre fue condenado por la justicia brasileña a cuatro años y medio de cárcel por tráfico de animales.

Paralelamente, autoridades de ambos países habían iniciado un operativo sin precedentes para repatriar los huevos a Chile.

Halcón Peregrino

El halcón peregrino de la Patagonia, que vive tanto en Chile como en Argentina, se distingue de las otras especies de peregrinos que tiene plumas negras y marrones, por su plumaje blanco, que se debe a una mutación genética, explicó a la AFP Rafael Asenjo, jefe del departamento de vida silvestre del Servicio Agrícola y Ganadero.

El costo de un huevo alcanzaría los 20 mil dólares“, explicó Ansejo.

Esta ave de rapiña alcanza los 60 centímetros de altura en su edad adulta y se alimenta de aves más pequeñas y reptiles.

El halcón peregrino está considerado como el ave más rápida del mundo ya que alcanza los 385 km/h, por lo que es codiciada para la cetrería (caza con aves).

Un polluelo sobrevivió

“La idea era repatriarlos con rapidez, antes de que nazcan para evitar la impronta, es decir, que no vean a un humano como su madre, protector o proveedor de comida, porque perjudicaría su reinserción en su hábitat natural”, relató Asenjo.

Pese a los esfuerzos, sólo uno de los polluelos de halcón peregrino albino logró sobrevivir a tan accidentado viaje. Otro murió poco después de la eclosión y otros dos huevos estaban vacíos.

El polluelo superviviente fue colocado temporalmente en un criadero de aves rapaces en Santiago, donde fue introducido en el nido de una pareja de halcones peregrinos que lo alimentaron y cobijaron.

“Esta especie es muy buena nodriza, muy buenos padres adoptivos. Ahí tuvimos la gracia de que la pareja lo aceptó en su nido”, precisó Asenjo.

Liberación en la Patagonia

Luego de casi tres semanas, las autoridades chilenas decidieron devolver al polluelo a su hábitat natural en la Patagonia, uno de los lugares más inhóspitos del sur de Chile, pero que atrae a miles de turistas anualmente por su singular belleza.

El nido elegido se ubica en la comuna de San Gregorio, en la Patagonia, en un enorme paredón de piedra de 30 metros de altura, entre arbustos y pequeñas flores, a cuyos pies se encuentra un lago de cristalinas aguas cerca del Estrecho de Magallanes.

En un operativo riesgoso, el 22 de diciembre dos escaladores descendieron unos diez metros por el acantilado y depositaron la cría en el nido, en el que ya había otros pequeños halcones.

“Cuando nos fuimos, la madre retornó al nido, alimentó al polluelo y lo tapó con sus alas, lo que indicó que había sido aceptado en el nido”, relató Asenjo.

El polluelo se mantendrá bajo monitoreo del personal del SAG.

El tráfico de este y otros animales, provoca un desequilibrio en sus poblaciones, además de poner en peligro la sostenibilidad de la especie en el tiempo. En Chile, los animales más traficados son loros nativos y tortugas de tierra, pese a que están protegidas por la ley de caza chilena.