El ministro en visita Alejando Solís Muñoz concluyó el proceso de notificación de identidades a familiares de cinco víctimas de violaciones a los derechos humanos, en el denominado caso “Caravana de la Muerte, Calama”, en que se ejecutó a 26 personas, en octubre de 1973.

El magistrado, en conjunto con el Servicio Médico Legal, informó en días recientes a los familiares de los resultados de las pericias de identificación realizadas a partir de fragmentos óseos hallados en el desierto, las cuales arrojan un 99,99% de certeza. Los fragmentos fueron enviados y analizados genéticamente en Austria, resultados que fueron cotejados por los peritos del Servicio Médico Legal de Chile, organismo que emitió el informe de identificación respectivo, el que se contrastó por el suscritos con los elementos del proceso, llegando a la conclusión de identificación positiva de los siguientes casos:

1- Fernando Ramírez Sánchez: 26 años a la fecha de su desaparición, el 10 de octubre de 1973. Profesor en la Minera Exótica y militante socialista. Fue detenido el 11 de septiembre de 1973 y puesto en libertad el 2 de octubre; luego, es vuelto a detener el 10 de octubre y recluido en la Cárcel Pública de Calama.

2- Luis Alberto Hernández Neira: 32 años a la fecha de su desaparición, el 29 de septiembre de 1973. Empleado de Chuquicamata, militante del Partido Comunista. Fue detenido el 29 de septiembre de 1973 en su domicilio en Chuquicamata. Fue trasladado a la Comisaría de Calama y luego a la Cárcel Pública. Se desconocen los motivos de su detención, los cargos en su contra y si se encontraba sometido a proceso.

3- Luis Alberto Gahona Ochoa: 28 años a la fecha de su detención, el 12 de Octubre de 1973. Obrero de la Empresa Nacional de Explosivos (Enaex), militante socialista. Fue detenido en dependencias de la empresa el 12 de octubre de 1973, por personal de Carabineros, siendo trasladado inmediatamente a la Comisaría ubicada en el sector de Dupont. El mismo día, fue trasladado a la Comisaría de Calama, donde permaneció en calidad de incomunicado por alrededor de cinco días. Durante su detención, fue llevado en diversas ocasiones a otros lugares para ser interrogado y torturado. El 17 de octubre, fue ingresado en la Cárcel Pública. No existen antecedentes precisos sobre los cargos que se le imputaron, como tampoco sobre su situación procesal a la época de su ejecución.

4- Daniel Jacinto Garrido Muñoz: 22 años a la fecha de su detención, el 15 de octubre de 1973. Ex funcionario del Ejército, sin militancia política. Fue detenido el 15 de octubre de 1973 por Carabineros de Calama y trasladado a la Cárcel de esa ciudad. No se ha podido determinar la causa de la detención del afectado.

5- Domingo Mamani López: 41 años a la fecha de su detención, el 30 de septiembre de 1973. Obrero y presidente del sindicato de la Empresa Nacional de Explosivos (Enaex), militante socialista. Fue detenido el 30 de septiembre de 1973 por personal de Carabineros de Calama, permaneciendo incomunicado en una casa especial de interrogatorio y tortura, ubicada en el sector de Dupont, y sin que su familia tuviera noticias de su paradero hasta el 12 de octubre de 1973, fecha en que es ingresado a la Cárcel Pública. Se le acusaba de actos de sabotaje con explosivos y tenencia de los mismos. A la fecha de su ejecución, se encontraba condenado a 20 años de prisión, a la espera de ser trasladado a Santiago para cumplir la pena.

Actualmente, de un total de 26 víctimas, se ha logrado la identificación de 12 de ellas. Además de los cinco mencionados arriba, corresponden a: Jorge Yueng Rojas, Rosario Aguid Muñoz Castillo, Roberto Rojas Alcayaga, Bernardino Cayo Cayo, Manuel Segundo Hidalgo Rivas, Rolando Jorge Hoyos Salazar y Alejandro Rodríguez Rodríguez.

Tras sus detenciones, todas las víctimas siguieron la misma suerte; esto es, el 20 de octubre de 1973, se dio a conocer por medio de la prensa, una información oficial emanada del Jefe de Plaza, que señalaba que los 26 detenidos de la Cárcel de Calama habían sido muertos por el personal militar que les transportaba a la Cárcel de Antofagasta, cuando intentaron huir, aprovechando un desperfecto eléctrico del vehículo en el que eran trasladados.