El superávit por cuenta corriente de Japón cayó un 51,7% interanual en mayo, a 590.700 millones de yenes (5.140 millones de euros), por la repercusión que tuvo el terremoto del 11 de marzo en la balanza comercial, anunció este viernes el ministerio de Finanzas.

En mayo, las exportaciones se redujeron un 9,8%, a 4.539 millones de yenes (39.500 millones de euros) afectadas a raíz del terremoto de magnitud 9 y el tsunami gigante que devastaron la región de Tohoku (noreste del archipiélago).

La catástrofe dañó o destruyó varias fábricas, sobre todo las de suministros de la industria automovilística y fabricantes de semiconductores, reduciendo fuertemente la producción y el envío al extranjero de vehículos y productos electrónicos.

La reducción de las exportaciones fue, no obstante, menos pronunciada que en abril, debido a la recuperación progresiva de los circuitos de suministro de los sectores afectados.

Las importaciones por su parte, crecieron 14,7%, a 5.312 millones de yenes (46.200 millones de euros) sobre todo, debido al alza de los precios del petróleo y la necesidad de fuentes de energía para compensar la parada de numerosos reactores nucleares.

La balanza comercial de la tercera economía mundial registró números rojos, con un déficit de 773.000 millones de yenes frente a un beneficio equivalente a la mitad el pasado año en el mismo mes.

Pero globalmente, las cuentas corrientes han arrojado superávit gracias a los ingresos (1.4 billones de yenes, en alza de 57% en un año), que refleja los rendimientos de las inversiones japonesas en el extranjero.