El anillo de matrimonio es un elemento indispensable en toda boda, sin embargo, su origen se remonta mucho antes que el catolicismo.

“Sí, acepto”. Esa es una de las frases que muchas personas dicen antes del intercambio del anillo durante una ceremonia de matrimonio, pero, ¿qué simbolizan?.

El Padre Pablo Fernández-Martos, párroco de la Parroquia Jesús y San Martín en España, explicó el significado de las argollas en el podcast “Mantita y fe”, lo que rápidamente se volvió viral.

Según dijo el párroco, quien estuvo en Chile por varios años, en específico en Villarrica, pero volvió a España en 2023, señaló que “el anillo está en el dedo más débil, tú intentas levantar todos los dedos y se levantan fáciles, pero anular no se levanta”.

“Es muy bonito ver eso, porque también el que se casa contigo, se casa contigo en tus fortalezas y en tus debilidades, y en el fondo tu matrimonio lo que permite es que aquel que te abraza, te abraza en tu debilidad y sostiene tu debilidad, no es solo tus cualidades, sino que cuando tú estás débil, tú estás sostenida”, añadió Fernández-Martos.

El religioso agregó que “el anillo en el dedo débil me recuerda que en el fondo el matrimonio es lo que me da fuerza para caminar, me fortalece mi unión”.

“La tranquilidad de casarse es que aunque me vaya mal, aunque tropiece, aunque caiga, yo estoy sostenido en mi debilidad y, por tanto, no tengo miedo. Puedo caminar sin miedo a tropezar, porque sé que el otro siempre me va a levantar“, enfatizó.

El anillo de matrimonio en la historia

A la explicación que entregó el párroco podemos agregar que el anillo de matrimonio se remonta a antes del catolicismo.

De hecho, matrimonios.cl indica que se remonta a eso del 2.800 antes de Cristo.

Según indica el portal, se han encontrado jeroglíficos de los egipcios donde ya se mostraba la presencia del anillo. Para ellos, añade, el círculo representaba una forma sin principio ni final, por lo que simbolizaba la eternidad. Posteriormente, los hebreos adaptaron la tradición para el 1.500 AC, lo que se extendió a los griegos y romanos.

Los romanos entregaban a las mujeres un ‘anulus pronubus’, que era una banda de hierro con la que se sellaba la intención de matrimonio.

Los primeros cristianos consideraban que esto era un ritual pagano, hasta que el papa Nicolás I decretó que entregar un anillo a una mujer era una declaración oficial de casamiento, y en 1549 se incluyó oficialmente en el libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana la frase “con este anillo te desposo”, para sellar la alianza.