A medida que aumenta el frío, la piel de los talones se endurece y después se agrieta. ¿Cómo puedo tratar en casa de la mejor manera el problema de los talones agrietados? ¿Es peligroso arrancar parte de la piel?

Es común que la piel seca de los talones se endurezca y agriete, especialmente en el invierno. Existen varias medidas de autocuidado que se pueden tomar en casa para aliviar la sequedad y sanar las grietas de la piel. No es peligroso arrancar parte de la piel muerta, siempre y cuando lo hagas con suavidad.

Según el Dr. Gabriel Sciallis, de Dermatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, los talones se agrietan cuando la piel se seca y engrosa en el borde o cuando la almohadilla adiposa está sometida a mayor presión y eso parte la piel del talón.

Hay varios factores que aumentan el riesgo de agrietamiento de los talones y, entre ellos, están la obesidad, el usar calzado abierto atrás (sandalias, por ejemplo), y tener la piel fría y seca. La fricción de la parte posterior del zapato también puede empeorar tanto la sequedad de la piel como su agrietamiento. Usar medias y zapatos que calcen y sostengan bien el pie puede aliviar los síntomas. Perder peso también puede aliviar la presión sobre los talones y reducir su agrietamiento.

“El clima suele contribuir al problema. La piel tiende a secarse en el invierno, cuando la humedad es baja y la temperatura exterior es fría. La forma en la que se calientan las casas durante el invierno también afecta la piel, pues las chimeneas de encendido automático, las de leña, la calefacción central y los calentadores de espacios reducen la humedad interior y secan la piel”, comenta el especialista.

La exposición regular de la piel de los pies al agua caliente de la ducha o del baño de tina igualmente seca la piel, sobre todo si no se la humecta dentro de los primeros 10 minutos de salir de la ducha o del baño. Los jabones y los detergentes fuertes, por su parte, pueden dañar la barrera natural de la piel y hacer que ésta pierda agua, lo cual agrava el problema.

“Algunas afecciones de la piel, como eccema y psoriasis, pueden llevar a la presencia de grietas en los talones. Después de la menopausia, algunas mujeres pueden tener más propensión a una afección conocida como “queratodermia adquirida”, trastorno dérmico que puede llevar a grietas en la piel de los talones y otras partes del cuerpo. En esos casos, se puede recomendar un ungüento tópico con estrógeno para ayudar a que la piel afectada sane”, explica el Dr. Sciallis.

A fin de combatir la piel seca, es recomendable humectar los pies a menudo. Los humectantes crean un sello sobre la piel que impide el escape del agua y la sequedad de la piel. Los productos que contienen lanolina, jalea de petróleo, glicerina, ceramidas, ácido láctico, ácido alfa hidróxido o ácido salicílico normalmente sirven mucho. Humecte su piel con toda la frecuencia que pueda, especialmente antes de acostarse, y luego póngase un par de medias para sellar la humedad durante toda la noche.

Otra manera de reducir la sequedad de la piel es usar solo jabones suaves para los pies, bañarse o ducharse en agua tibia (no caliente) y remojar los pies en agua pura o jabonosa durante 20 minutos, secarlos suavemente con palmaditas y luego aplicarles de inmediato un humectante.

Después de remojar los pies, una esponja vegetal o un estropajo para pies puede ayudar a sacar la piel muerta de los talones. Sin embargo, hay que usarlos aplicando solo poca presión y no olvidar limpiar y secar la esponja vegetal o el estropajo después de cada uso.

“Si estas medidas de autocuidado no le ayudan o si sus talones se hinchan o inflaman, consulte con un especialista o dermatólogo, pues posiblemente necesite un ungüento de venta bajo receta médica con humectantes más fuertes o una crema con esteroides para aliviar la inflamación. El proveedor de atención médica podría recomendarle vendas o un pegamento para tejidos a fin de proteger la piel e impedir que se separen los bordes de las grietas y darles la oportunidad de cicatrizar”, recomienda el Dr. Sciallis.

En algunos casos, la piel seca y agrietada puede indicar la presencia de un problema de salud más grave, como diabetes o pérdida de la función nerviosa. Si sospecha que tiene una enfermedad escondida, consulte con un médico para ver si es necesario evaluar más a fondo la situación.