Rihanna fue el show de bienvenida para los mil invitados a la boda del hijo de Mukesh Ambani. Estuvieron Mark Zuckerberg, Ivanka Trump y su polémico marido.

Este domingo termina la celebración de tres días por el matrimonio de Anant Ambani, el hijo menor de Mukesh Ambani, hombre más rico Asia que con sus 117,9 mil millones de dólares, se ubica además como el noveno más rico del mundo según el ranking minuto a minuto de Forbes.

Mukesh Ambani tiene 66 años, y heredó de su padre una empresa industrial pujante con un portafolio que incluía petróleo, gas y petroquímicos.

Él la convirtió en un imperio comercial llamado Reliance Industries con intereses lucrativos en el comercio minorista, las telecomunicaciones e incluso un equipo de cricket de la Premier League india, y sumó una alianza con Disney para realizar negocios conjuntos en Bollywood, el Hollywood indio, y con Black Rock, el fondo e inversión que con Javier Milei en la presidencia tiene a la Argentina en la mira.

Mientras, Anant Ambani tiene 28 años y es el menor de los tres hijos de Mukesh Ambani. Ellos fueron sumados al directorio de holding en agosto de 2023.

Los novios junto a la familia Ambani.
Anant Ambano junto a su novia y sus padres.

Rihanna parte del show

La boda de Anant con Rdhika Merchant, hija de una poderosa familia de la India dedicada al negocio de la salud y farmacéutica, comenzó con una pre-fiesta en una suerte de espacio tipo Lollapalooza donde Rihanna hizo un show para el que su compañía transportó una tonelada en equipos y parafernalia lumínica.

Este show de Rihanna fue el regalo de la mandre de Anant a su nuera. La contratación de un show como éste es ya una costumbre en la familia Ambani: en 2018 contrataron a Beyoncé para la boda de cien millones de dólares de su única hija Isha Ambani.

Al recital de Rihanna –que fue el viernes– le siguió ayer sábado Fiebre en la jungla, una recorrida por el centro de rescate de animales de la familia anfitriona, y por la noche se ofrecía un espectáculo a cargo del famoso ilusionista David Blaine.

En paralelo y como contraparte a la millonaria inversión en la boda, los Ambani ofrecieron una comida a más de cincuenta mil personas de Jamnagar, la ciudad natal de esta familia, donde se celebraron los tres días de fiesta.

Célebres invitados: Mark Zuckerberg, Bill Gates y otros

Como esa ciudad del oeste de la India carece de hoteles cinco estrellas, Mukesh Ambani mandó a construir tiendas o carpas que tienen todas las comodidades necesarias para los mil invitados a la boda, que incluso pueden extender su estadía a diez días como tope.

Algunos llegaron desde el primer día como, por ejemplo, Ivanka Trump, su polémico marido Jared Kushner y una de sus hijas; Mark Zuckerberg y su mujer Priscilla Chan.

En los medios de la India que siguen el minuto a minuto de esta boda mencionan a Bill Gates, Bob Iger –CEO de Disney–, y a exministros de Suecia, Canadá, sumado a actores populares de Bollywood, como invitados a la fiesta de hoy domingo.

Famosos en boda de Anant Ambani
Mark Zuckerberg con su esposa y Rihanna con una invitada a la boda.

El informe Survival of the richest (La supervivencia de los más ricos), que se publicó en el Foro de Davos en 2023 remarcó la gran disparidad en la distribución de la riqueza en la India: más del 40 por ciento de la riqueza creada en ese país entre 2012 y 2021 fue a manos de solo el 1% de una población de 1.437 mil millones de habitantes.

De estos, según Forbes, los billonarios son unos 119, y de ese número Mukesh Ambani está primero en la lista, seguido a distancia por Gautam Adani, que tiene sesenta y ocho mil dólares.

Como detalle de la excentricidad y del poder de Ambani, él se hizo conocido por construir como vivienda familiar en Bombay, un rascacielos de veintisiete pisos que puede resistir un terremoto de ocho puntos en la escala Richter.

La construcción de Antilia, nombre del rascacielos, costó más de mil millones de dólares. Con seiscientos empleados permanentes, el edificio tiene garage para 168 automóviles, helipuerto para hasta tres helicópteros, cuatro pisos como “espacios verdes” y comodidades para vivir en una burbuja.