Una joven estadounidense llamada Aly Sherb se volvió viral el pasado fin de semana luego de mostrar el resultado de un experimento que realizó su abuela, quien guardó una hamburguesa por 24 años en un armario de su casa.

Hace cuatro días, la mujer de 73 años decidió descubrir qué había ocurrido con esa comida, por lo que sacó la caja del lugar donde la había tenido y reveló el estado de ambas cosas.

Para comprobar que no era un invento, la señora Sherb mostró los envoltorios y cajas originales, junto con las instrucciones que tenía la promoción.

Junto con eso, también mostró que la compra había sido realizada en 1996 en la cadena McDonalds, por lo que ya habían pasado 24 años.

Para sorpresa de muchos, el resultado reveló que tanto la hamburguesa como las papas fritas no se habían descompuesto del todo, e incluso no tenían mala apariencia.

@aly.sherb

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“Una hamburguesa de 24 años. No sé qué te pasaría si la comieras”, expresó en ese entonces.

Hay que señalar que esta situación ha ocurrido en años anteriores. Es por eso que la propia directora de Reputación de Marca para McDonald’s, Anne Christensen, sostuvo tiempo atrás que existen explicaciones.

“En el ambiente adecuado, nuestras hamburguesas, como la mayoría de los otros alimentos, pueden descomponerse. Pero para la descomposición se necesitan ciertas condiciones, específicamente la humedad”, explicó.

“Sin la humedad suficiente, ya sea en la comida o en el ambiente, las bacterias y hongos no pueden crecer y, por ende, la descomposición es poco probable. Si la comida se seca lo suficiente, es muy poco probable que desarrolle moho o bacterias. La comida que se prepara en casa y se deshidrata puede tener resultados similares”, concluyó.