Las mamás siempre están velando por el bienestar de sus hijos. Salvándolos de todo error que puedan cometer, defendiéndolos aunque tengan la culpa y, como no, cuidando su salud incluso en contra de su comodidad. “Más abrigado que hijo único”, suelen decir.
Sin embargo, hay veces en las que los papeles se invierten y, por esas cosas de la vida, un hijo salva a la mamá. Justamente ese es el caso de Camdyn Smith, un niño de 9 años que vive con sus dos otros hermanos, uno recién nacido, y su madre.
A principios de este mes, la mamá de Camdyn, Kimberly Smith, estaba cuidando a su pequeño bebé, cuando de pronto comenzó a quejarse de dolores en el pecho y problemas para respirar, informa el medio People.
Kimberly pensó que solo era cansancio y creyó que durmiendo una siesta se le pasaría. Pero no. Camdyn sabía que algo raro pasaba y actuó.
“Cuando llegué a casa pude notar que tenía problemas para respirar y me dijo que le dolía cada vez que lo intentaba. Le dije que era necesario que fuera al hospital, pero ella insistió en que quería quedarse”, comentó sobre la situación Camdyn al medio KING 5 de Washington.
La situación llegó a un momento donde Camdyn tomó cartas en el asunto: “Yo seguía diciendo que teníamos que ir. Así que me puse los zapatos y una chaqueta y le dije a mi mamá que nos íbamos”, explica.
De esta forma, Kimberly cedió y, gracias a su hijo y por hacerle caso, este último salvó su vida.
Una vez atendida por un doctor, la madre fue llevada rápidamente al hospital en ambulancia. Fue ahí donde los médicos de emergencia le diagnosticaron que tenía émbolos pulmonares. Sus dos pulmones estaban llenos de coágulos de sangre.
“Si hubiera tomado la siesta, lo más probable es que el resultado de todo esto habría sido muy distinto; uno muy triste“, dijo Kimberly sobre la situación que vivió.
¡¿Cómo lo supo?!
¿Cómo es posible que Camdyn, el hijo de 9 años de Kimberly que le salvó la vida, supiera sobre esta enfermedad?
La razón está en su escuela. La profesora de educación física, Timathi Fitzpatrick, había batallado contra esta enfermedad y en una de las clases de la asignatura le enseñó a los alumnos cómo detectar los síntomas.
“¡Algo le quedó muy bien grabado parece!”, bromea Fitzpatrick al enterarse de semejante situación.
Post operación
Después de pasar 7 días en el hospital, Kimberly, la madre de Camdy, está hoy descansando cómodamente en casa. Los doctores incluso le dijeron que había tenido suerte de escuchar y hacer caso a las palabras de su hijo.
“Definitivamente es mi héroe”, dice la madre de Camdyn. “Dicen que este tipo de situaciones hace que toda tu vida pase rápidamente por tu mente y es verdad. Te hace ver a tus hijos de una forma totalmente distinta”, concluye Kimberly.
