Hace algunos años se había hecho conocido en el mundo el caso de una joven iraní llamada Fatemeh Khishvand, quien en Instagram se hacía llamar como la “Angelina Jolie Zombie”, debido a los retoques estéticos que había realizado en su cara para parecerse a la celebridad estadounidense.

Sin ir más lejos, hace un tiempo se había insinuado que ella se había sometido a 50 operaciones estéticas para lograr este propósito, lo cual fue descartado por su familia. En ese entonces, se explicó que sus cambios eran producto del maquillaje y el uso del editor de fotografías.

Hace algunos días, el medio inglés The Guardian informó que Khishvand fue condenada a 10 años de cárcel, siendo acusada de “corromper a los jóvenes con sus imágenes” y “falta de respeto por la República Islámica”.

Su detención había ocurrido hace un año. Desde ese entonces había pasado en prisión preventiva a la espera de su juicio e incluso se había contagiado de coronavirus, explicaron.

La situación fue lamentada por una periodista iraní llamada Masih Alinejad, quien también es activista por los derechos de las mujeres en los estados islámicos.

Fatemeh Khishvand

“Diez años de cárcel para la ‘instagramer’ iraní Fatemeh Khishvand, que utilizó el maquillaje y Photoshop para convertirse en una Angelina Jolie ‘zombie”, expresó en Twitter.

Sin ir más lejos, ella misma pidió a la propia Angelina Jolie que intercediera por la joven de 19 años, quien nació en 2001 en la ciudad de Teherán.

“Su broma la ha llevado a prisión. Su madre llora cada día para que liberen a su hija inocente. ¡Querida Angelina Jolie! Necesitamos tu voz aquí. Ayúdanos”, expresó.

Una vez leída la sentencia, la joven fue enviada hasta la cárcel de Shahr-e Rey, la cual está ubicada en las afueras de la ciudad antes mencionada.

Aquel es un recinto únicamente de mujeres, el cual a mediados de año liberó a 8.000 internos de baja peligrosidad debido a la pandemia y por petición de organizaciones como Amnistía Internacional.

Desde la defensa de Khishvand expresaron que buscaran anular el juicio e incluso podría recurrir ante tribunales internacionales, al considerar el veredicto como “arbitrario”.